Liberbank vuelve a malvender activos inmobiliarios, aunque no en la misma medida que otras veces, tras un acuerdo con Golden Tree, uno de los muchos fondos oportunistas que está aprovechando para hacerse con carteras aprovechando la debilidad la banca, la cual necesita deshacerse de ella para cuadrar sus balances.

La entidad asturiana ha dado cuenta del acuerdo con GP Bolt, que depende de Golden Tree, en un comunicado a la CNMV, por el que traspasa una sociedad conjunta de activos inmobiliarios que acumulan una deuda contable próxima a los 180 millones de euros.

Ha sido ese fondo el que ha presentado mejor precio, por tanto, aunque no se menciona a otros interesados, que intentará a partir de ahora con esa cartera para venderla.

Liberbank pierde en la transacción, ya que tendrá un 20% de la sociedad frente al 80% de GP Bolt, pero no le queda otra

Liberbank pierde en la transacción, ya que tendrá un 20% de la sociedad frente al 80% de GP Bolt, pero se libra de “activos improductivos (adjudicados más dudosos)”. Repite la misma estrategia para soltar lastre, con la que ha recortado ya esa carga en 1.820 millones desde hace un año y reduce un 30% su stock de activos tóxicos.

Recuerden la venta a Haya Real Estate, en agosto pasado, de su filial inmobiliaria Mihabitans por 85 millones de euros o el acuerdo con Bain y Oceanwood, de características similares al actual, con la gestora americana Bain Capital y el fondo británico-maltés Oceanwood, uno de sus accionistas, a los que traspasó 602 millones, una operación con la que allanó la ampliación de capital de 500 millones, que su presidente, Manuel Menéndez (en la imagen), coronó con éxito en noviembre de 2017.

Antes, en junio, se habían encendido todas las alarmas en la entidad y de poco sirvieron los gestos de sus accionistas, como los Masaveu. La CNMV acabó dejando a salvo la entidad de los ataques en bolsa con las posiciones cortas.

El objetivo es el mismo: reducir el nivel de activos improductivos (la ratio NPA) por debajo del 12,5% al cierre a final de este año. Menéndez da otro paso, por tanto, para mantener la independencia de Liberbank, que no tiene fácil por el negocio bancario en sí, como prueban los últimos resultados, del primer trimestre, con los márgenes y comisiones estancadas y una morosidad todavía muy elevada (7,8%).