Las tensiones entre Estados Unidos y China van a más y activan a su vez los riesgos de una guerra comercial. Las bolsas, de hecho, han interpretado en esa clave la prohibición de la venta de chips en China a la empresa americana Micron Technology, aunque la razón dada responde a una disputa sobre patentes.

Un tribunal chino ha tomado esa decisión tras la denuncia presentada en enero por la taiwanesa United Microelectronis, que  denunció a la americana por violar los derechos de patente con uno de sus semiconductores. La condena por esa infracción se salda seis meses después con el veto a Micron  a 26 de sus chips en ese mercado.

Es un motivo de patentes, esta vez, o puede ser de seguridad, como ocurrió un día antes con el veto en EEUU a la teleco China Mobile. Por eso los mercados ven algo más que gestos puntuales de uno y otro lado. Y eso sin olvidar que en dos días, el 6, entran en vigor los aranceles que los dos países se han impuesto por valor de 40.000 millones de dólares sin ningún indicio de que la tensión amaine.

El sector tecnológico se había librado hasta ahora de la ‘guerra’, pese al veto USA a ZTE o Huawei

La cotización de Micron fue una de la más castigadas ayer, con una caída del 5,51%, pero contagió a todo el sector de los fabricantes de chips. No es para menos, si tenemos en cuenta lo que supone el mercado chino para esas multinacionales.

Una cosa está clara, que la previsible escalada guerra comercial entre China y EEUU puede pasar al sector tecnológico, que hasta ahora se había librado. Es el temor tras los primeros bombazos lanzados contra sectores tradicionales como el acero o la agricultura.

China tiene grandes aspiraciones en ese campo y EEUU, mucho protagonismo. Gigantes, no obstante, hay en uno y otro lado, como Google o Facebook o Alibaba y Tencent. Pero en el segmento de los chips, en concreto, los fabricantes más importantes son americanos -Intel, Qualcomm y Micron- y China depende en un 80% del exterior para conseguir chips. La condena a Micron, además, tiene precedentes próximas en sentido contrario, tras el veto americano a las exportaciones para el grupo chino ZTE o la teleco Huawei.