Alexander Emerick Jones (Alex Jones) es un famoso comunicador de EEUU conocido por defender la teoría de la conspiración acerca del 11-S y del Nuevo Orden Mundial. Por ejemplo, en 1999 Jones increpó al entonces gobernador George W. Bush durante un discurso para exigirle que aboliera la Reserva Federal. Hablamos de un 'extremista' muy peligroso.

El último ‘delito’ de Jones ha sido apoyar al presidente Donald Trump aunque, evidentemente, las redes sociales no lo mencionan. Nos referimos a Facebook, Apple y YouTube, que a principios de agosto expulsaron a Jones de todas sus plataformas por considerar que sus teorías conspirativas carecen de base e incitan al odio. Lo dicho, un peligro.

Hablamos de algo que va más allá de este caso concreto y que es la libertad de expresión

En ese momento Twitter no tomó ninguna medida. Consideró que Jones no había violado ninguna norma interna de la empresa y defendió la libertad de expresión. Pero su postura solo ha durado un mes y ha bloqueado la cuenta de Jones y su web Infowars. "Hoy suspendemos de manera permanente de Twitter y Periscope las cuentas de @realalexjones e @infowars. Adoptamos esta medida en base a informaciones sobre una serie de tuits y vídeos divulgados ayer (miércoles) que violaban nuestra política de comportamiento abusivo, que se sumaban a pasadas denuncias", señaló la red social en un comunicado.

Y ojo, porque no estamos apoyando las teorías de Jones ni su manera de decir las cosas. Hablamos de algo que va más allá de este caso concreto y que es la libertad de expresión. En resumen: las redes son progres. ¿O habría que decir ultraprogres? Perdón, los ultraprogres no existen. Los ultras solo son conservadores… y son muy peligrosos: no aceptan el pensamiento único.