La tasa de ahorro de las familias creció levemente, desde el 5,6% de su renta disponible en 2007 hasta situarse cerca del 5,9% en 2018, según la publicación ‘La tasa de ahorro en España entre 2007 y 2016: descomposición por grupos de población y posibles determinantes’, del Banco de España.

Entremedias, llegó al 11,3% en 2009. En 2010 y 2011 se mantuvo en el entorno del 10%, pero a partir de 2011 comenzó a caer.

Los hogares con formación universitaria aportaron en torno al 20% de la caída de la tasa de ahorro durante la expansión económica, frente al 70% de los hogares con menor nivel educativo.

Las generaciones que tenían menos de 45 años en 2007 fueron las que más aportaron al aumento de la tasa de ahorro durante la recesión (un 80%), y tuvieron un peso del 20% en el recorte del ahorro durante la expansión.

Por su parte, el comportamiento de los hogares con una vivienda en propiedad y deudas pendientes (pago de la hipoteca) explican en casi un 70% el aumento de la tasa de ahorro en la época de crisis y en torno a un tercio del retroceso de la tasa de ahorro durante la recuperación económica.

Los hogares que alquilan mostraron una aportación positiva a la tasa de ahorro a lo largo de todo el ciclo, aunque su peso en la distribución de la renta es relativamente pequeño (en 2013 representaba en torno al 15%).