• La petrolera vive un momento dulce en beneficios, que ya adelantó su despegue en bolsa.
  • Deja atrás las pérdidas de 2015 (1.398 millones en 2015) y gana 1.736 millones en 2016.
  • Despunta en un sector con grupos que siguen en pérdidas o capean el temporal bastante peor.
  • El beneficio de Repsol cambia de signo por el mejor comportamiento en donwstream y el ahorro en costes.
  • Pero Antonio Brufau no adelanta su salida, prevista para 2019, ni cambia el dividendo.
La singularidad de los resultados de Repsol en 2016 no está tanto, esta vez, en el beneficio en sí, que supera las expectativas, como en la comparación con otras compañías del sector, que coloca a la petrolera española entre las más rentables del mundo. El beneficio neto asciende a 1.736 millones de euros, frente a las pérdidas de 1.398 millones en 2015. Así las cosas, el balance favorable para Repsol entre las pérdidas de 2015 y el beneficio es de 3.134 millones. Ese resultado es muy diferente a las cuatro mayores petroleras, según las cuentas de resultados, que experimentan el signo contrario o capean el temporal bastante pero siguen en pérdidas. La número uno Exxon, ganó el año pasado 7.427 millones, que es la mitad de un año antes (15.299 millones). El balance es negativo en 7.872 millones. La segunda compañía, Shell, en línea con Repsol, ganó 1.824 en 2015 y 4.304 el año pasado (balance favorable de 2.480 millones). La tercera, BP, ganó sólo 108 millones en 2016, frente a las pérdidas de 6.099 millones en 2015 (balance de 6.207). Y la cuarta, Chevron, sigue en pérdidas: 4.815 millones en 2016 y 470 millones en 2015. En el caso de Repsol el buen resultado (el mejor en cuatro años) se explica por dos factores: el mejor comportamiento del área de donwstream (refino, química y comercialización), que aporta un beneficio de 1.883 millones, y el ahorro en costes de 1.600 millones, un 150% más de lo previsto. Otro paso, en esa mismo dirección, es que Repsol adelante a 2017 su objetivo de ahorro (2.100 millones) para 2018. Y además, mantiene el dividendo. El área de upstream (exploración y producción) da la vuelta con un resultado neto ajustado de 52 millones, una mejora de 977 millones respecto a 2015. Así la cosas, está claro que la estrategia de Josu Jon Imaz, consejero delegado, ha funcionado. Por cierto, el presidente, Antonio Brufau no se va ni adelanta su salida, prevista para 2019. Imaz preparó Repsol para un petróleo a 40 dólares en 2015 y ha logrado conducir desde entonces la compañía, sin sobresaltos ni en los resultados ni en el dividendo, y todo lo que suba el barril a partir de ahí, por tanto, es miel sobre hojuelas para el grupo. El crudo cotiza ahora por encima de los 55 euros, pero no ha sido así en el último año. La media en 2016 fue, de hecho, de 43 dólares, aunque llegó a caer a 26 de media a principios de año. Como ya informamos en noviembre, el efecto en bolsa de la subida del crudo se notó en las cotizaciones de las petroleras, que se repusieron tras dos años de batacazo, pero con Repsol (25,05%) como tercera en ese despegue. Sólo le superaban Shell y BP, segunda y tercera por tamaño, pero no el número uno, Exxon, ni la cuarta, Chevron. Repsol superaba también en revalorización en bolsa a otras compañías con la que ahora podemos comparar los resultados entre 2015 y 2016. Son los casos de Statoil, que sigue también en pérdidas: 4.864 millones en 2015 y 2.731 millones  en 2016. No sucede lo mismo con Total, sin embargo, que ganó 4.788 millones hace dos años y 5.832 millones en 2016 o Galp cuyo beneficio mejora 123 a 179 millones ente 2015 y 2016. Rafael Esparza