• La caída del PIB fue del 2,9%, no del 2,6%, según la actualización del INE del periodo 2012-2015.
  • La nota de color está en que fue un año de subida de impuestos y recortes, aunque no explica su impacto.
  • Cambian también algunas variables (demanda y consumo) en el crecimiento del año pasado.
  • Pero no es un índice de referencia que obligue a desandar lo andado, como la inflación para las pensiones.

A juzgar por los datos publicados por el INE este miércoles queda claro que la recesión de 2012 fue más fuerte que lo que se nos había contado; en concreto, tres décimas más. La caída del PIB no fue de 2,6%, sino del 2,9%. Pero no tendrá más consecuencias, salvo el diente afilado de la oposición a Rajoy. Recuerden que fue su primer año de Gobierno, tras las elecciones de noviembre, y que se estrenó, poco después, con una subida de impuestos de enero. Pero esas tres décimas no cambian nada. No son un índice de referencia para corregir nada, como sí hubiera sucedido con el IPC para las pensiones, por ejemplo, o respecto a las exigencias presupuestarias que impone Bruselas. Ahora bien, tiene una lectura subliminal en las consecuencias que pudo tener precisamente el incremento fiscal en el gasto de las familias -menos dinero para consumir- o el previsible impacto del menor gasto público. Vamos, que empezaban los recortes, arma política de la que se han aprovechado el PSOE y otros partidos para cargar contra la política económica del PP. Es la salvedad que se descubre en el gráfico, en el que se actualizan los datos de Contabilidad Nacional en el periodo 2012-2015. No hay otros cambios. En 2013, el crecimiento queda confirmado en el 1,7%; en el 1,4% en 2014 y el 3,2% en 2015. Según la nota del INE, "la estimación para 2015 de la Contabilidad Nacional de España confirma que el PIB creció un 3,2% respecto a 2014, tal y como se había adelantado el pasado mes de febrero". Cambian, sin embargo, algunas variables en la composición de ese crecimiento, con una menor aportación de la demanda nacional (3,3%, frente a 3,7%) y una mayor aportación de la demanda externa (-0,1%, frente a -0,5%). Y respecto a la demanda nacional, se han revisado a la baja tanto el crecimiento interanual en volumen del gasto en consumo final (en cuatro décimas, del 3,0% al 2,6%) como el de la formación bruta de capital (en cinco décimas, del 7,0% al 6,5%). Miriam Prat miriam@hispanidad.com