Sonriendo y tomados de la mano, el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se reunieron en la zona desmilitarizada entre ambos países el viernes en la primera cumbre de las dos Coreas en más de un década, informa Reuters.

En la sesión matutina de la reunión, que duró cien minutos, "hablaron sobre la desnuclearización y establecimiento de la paz en la península y sobre mejora de las relaciones" entre los dos países, que técnicamente siguen en guerra, según dijo el portavoz presidencial surcoreano, Yoon Young-chan.

Toda la atención está puesta en esta declaración conjunta y en si incluirá algún tipo de compromiso o alusión al desmantelamiento del programa nuclear norcoreano, después de que el régimen haya mostrado su voluntad de hablar sobre el posible abandono de sus armas atómicas.

Ambas partes están trabajando para resolver sus diferencias y redactar una declaración conjunta

"Ambas partes están trabajando para resolver sus diferencias y redactar una declaración conjunta", explicó en rueda de prensa el portavoz este viernes, quien añadió que las discusiones afectan a la elección de los términos exactos que se incluirán en el texto.

El portavoz presidencial surcoreano, Yoon Young-chan, confirmó que ambos líderes hablaron sobre la desnuclearización y la paz en la primera reunión de las dos que celebrarán en esta jornada, que duró cien minutos, añade BBC.

El líder norcoreano esperó que ambos puedan llegar a un acuerdo e incluso hizo otras bromas sobre el banquete que disfrutará con Moon esta noche, en el que se servirán platos de ambos territorios. "Espero que usted, presidente, (...) disfrute de los noodles que hemos traído", señaló.

El presidente surcoreano, por su parte, consideró que el hecho de que Kim cruzara al Sur es un "símbolo de paz”. "La primavera parece haber llegado a la península coreana”. La sociedad de ambas Coreas y "del resto del mundo" está pendiente de nosotros, recordó.

Estados Unidos será uno de los países que seguirá con mayor atención esta cumbre intercoreana, pues la reunión es vista como un preludio del encuentro entre Trump y Kim en el que ambos países trabajan.

La Casa Blanca esperó en un comunicado que la reunión suponga un progreso hacia "un futuro de paz y prosperidad", y manifestó que el gobierno estadounidense está deseando continuar las conversaciones para el encuentro formal entre Trump y Kim "en las próximas semanas".