• La ley impulsada por el ministro de Educación 'popular' permite que algunas autonomías reduzcan el horario de esta materia de 90 a 45 horas semanales en Primaria.
  • Un tiempo insuficiente para impartir el currículo que supone además un incumplimiento del Acuerdo con la Santa Sede firmado en 1979. 
  • La mitad de los casi 14.000 profesores de esta asignatura podrían enfrentarse al despido o a la reducción de jornada -un ERE encubierto, tal y como denuncian los sindicatos-.
  • El Real Decreto sobre Bachillerato no corrige el asunto de que la religión pueda no ofertarse en los centros en esa etapa, olvidando que debe ser de oferta obligatoria y de elección voluntaria. 

Como saben, la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), conocida como 'ley Wert' pues fue impulsada por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert (en la imagen), no dejó en muy buen estado la asignatura de religión. Pero esto podría tener ahora terribles consecuencias, ya que pone en peligro miles de puestos de trabajo de los profesores de esta materia.

Recuerden que el pasado mes de julio la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) denunció que el PP y Wert se habían 'cargado' la asignatura de religión. Esta organización se mostró muy descontenta y decepcionada con el trato dado por el Gobierno de Mariano Rajoy a la citada materia, el cual es "peor que el que recibía por la ley aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero (Ley Orgánica de Educación -LOE-)", según señaló a Hispanidad Luis Carbonel, presidente de CONCAPA.

En concreto, la 'ley Wert', que ha comenzado a aplicarse este curso en primero, tercero y quinto de Primaria, permite que algunas autonomías hayan reducido el horario de la materia de 90 a 45 minutos semanales, es decir, la mitad del tiempo que se dedicaba con la ley socialista. Seis regiones de distinto signo político, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (ambas del PP) han metido la tijera: Castilla y León (PP), Andalucía (PSOE), País Vasco (PNV), Canarias (Coalición Canaria), Ceuta y Melilla han aplicado este feroz recorte, mientras Galicia y Asturias han optado por otro más suave dejando el horario en 60 minutos semanales, según informó Alfa&Omega.

Un tiempo insuficiente para impartir el currículo de esta asignatura, que supone además un incumplimiento del Acuerdo con la Santa Sede sobre enseñanza y asuntos culturales, que data del 3 de enero de 1979, de rango internacional y por tanto, es "vinculante y de obligado cumplimiento". Según este, la clase de religión debe tener un tratamiento "equiparable a las asignaturas fundamentales -es decir, troncales-", sin embargo la LOMCE la contempla como una específica.

Una reducción de horario que pone en aprietos a la mitad de los casi 14.000 profesores de Religión Católica que hay en nuestro país, según la Conferencia Episcopal Española (CEE). Y es que este colectivo podría enfrentarse al despido o a la reducción de su jornada -un ERE encubierto, tal y como han denunciado los sindicatos ANPE, APPRECE, CSIF y USO-. A la vista de esto se puede poner en tela de juicio el objetivo del Gobierno de crear empleo y del que tanto presume curiosamente.

La LOMCE se aplicará de forma escalonada: este curso ha entrado en vigor en algunos cursos de Primaria; el que viene lo hará en los restantes de esta etapa, así como en 1º y 3º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y en 1º de Bachillerato; mientras que en el 2016-2017 se pondrá en marcha para 2º y 4º de la ESO y 2º de Bachillerato. Como ya contamos en Hispanidad, la Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales (APPRECE) tampoco esta contenta con esta nueva ley educativa. 

En concreto, en Bachillerato la asignatura de religión también quedó al arbitraje de las comunidades autónomas y de los centros educativos. Un problema que no ha corregido el Real Decreto que regula el currículo básico de ESO y Bachillerato, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 26 de diciembre. Y es que este señaló que "el bloque de asignaturas específicas -en el se incluye religión- permite una mayor autonomía a la hora de fijar el currículo de las asignaturas, así como para conformar su oferta".

Así, el Gobierno olvida que la materia debe ser de oferta obligatoria y de elección voluntaria. Además, vulnera el derecho fundamental de los padres a optar por la formación religiosa de sus hijos, según APPRECE, de manera que el Estado no cumpliría con su papel de garante de la formación religiosa de todos los alumnos del sistema educativo (artículo 16.3 de la Constitución).

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com