• Es el segundo peor ataque: los bitcoins sustraídos en Hong Kong están valorados en 59 millones de euros.
  • Pero eso no quita que siga la fábula, a pesar de funcionar como un casino sospechoso: nadie da garantías y es sospechoso por la ausencia de un supervisor.
  • La firma Bifinex, víctima del asalto, no sabe cómo devolverá (si lo hace) el dinero a sus clientes. Otra de las víctimas, MtGox, acabó en bancarrota.
La moneda virtual es, una vez más, objeto de ataques. Esta vez, han robado unas 120.000 unidades bitcoin en Hong Kong. El valor de las monedas no es poca cosa: unos 59 millones de euros. Los asaltantes ejecutaron su plan en una plataforma de intercambio Bifinex, el mayor operador bitcoin del mundo basado en dólares. Como decimos, no es la primera vez que ocurre, aunque sí es una de las veces qué más dinero se roba. La cifra sustraída sólo fue superada en el ataque informático a una compañía bitcoin japonesa en 2014. Entonces, fueron robados más de 500 millones de dólares. La firma víctima del ataque, MtGox, se vio abocada a la bancarrota. Bifinex no sabe todavía cómo devolverá (si lo hace) el dinero a sus clientes. De momento, sabemos que está cooperando con empresas tecnológicas para rastrear el destino de estas monedas. Esta noticia vuelve a hacer temblar a la comunidad global bitcoin, lógico, aunque desde Bifinex digan que este ataque no expone la debilidad de la tecnología que genera y procesa los bitcoin, la criptomoneda. El problema reside en la propia razón de ser de estas divisas virtuales. Son monedas sin soberanía monetaria, como sí lo son el dólar o la libra. Este factor plantea dos problemas serios: Primero, si una entidad no tiene a bien devolverme el dinero que tengo guardado en un depósito, dispongo de una autoridad monetaria a la que dirigirme. ¿A quién acudo si entro en conflicto con una firma bitcoin? No hay respuesta. Es, pues, una moneda que no me aporta garantías. Segundo: sabemos que los Bancos Centrales fijan el precio del dinero. ¿Quién narices fija el precio de estas divisas virtuales? Es un misterio. Aquí dilucidamos otro de los problemas de las bitcoins, su falta de supervisión. Dicho de otro modo, si lo prefieren, el fenómeno bitcoin es como un casino sospechoso. Es un casino porque no me da garantías, y es sospechoso porque nadie lo supervisa. Nadie sabe a ciencia cierta si el futuro va por ahí o es un mero espejismo. Daniel Esparza