Jim Yong Kim fue nombrado presidente del Banco Mundial en 2012 por el entonces presidente Barack Obama y re-elegido en septiembre de 2016 para otros cinco años. Sin embargo, este doctor y antropólogo de 59 años, nacido en Corea y de nacionalidad estadounidense, ha anunciado este martes poner fin a su etapa al frente del organismo con sede en Washington.

La noticia ha sorprendido a propios y extraños, aunque sí es cierto que Jim Yong Kim impulsó la financiación de proyectos de energía verde mientras redujo la destinada al carbón, lo que no gustó a Donald Trump, según algunos expertos.

Concluye en que este es el camino a través del cual podrá tener un mayor impacto en problemas mundiales como el cambio climático

El motivo de la renuncia de Yong Kim, sin embargo, la ha explicado él mismo en un comunicado. Se marcha porque ha recibido una oferta de un fondo de inversión especializado en infraestructuras en países en desarrollo, es decir, lo mismo que el Banco Mundial pero como negocio.

“La oportunidad de unirse al sector privado fue inesperada, pero he llegado a la conclusión de que este es el camino a través del cual podré tener un mayor impacto en los principales problemas mundiales como el cambio climático y el déficit de infraestructuras en los mercado emergentes”, señaló Jim, sin ningún pudor.