La huelga de General Motors en EEUU afecta ya a 6.000 empleados en México. Un tema automovilístico sí, pero no se puede olvidar que ahora hay acuerdo migratorio entre ambos países. Claro que no se sabe hasta cuando y menos, conociendo que sus respectivos presidentes, Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, no hacen ascos a anuncios polémicos.

El fabricante automovilístico norteamericano lleva 17 días de paro, el cual inició tras dos meses negociando el nuevo convenio colectivo y no haber logrado ningún avance. 46.000 trabajadores secundan dicha huelga, pues reclaman mejoras salariales. Por su parte, General Motors ofreció pagar sólo un 15% de los gastos sanitarios de sus empleados, pese a que la media en EEUU es de casi el 30%, como informa Infobae. El sindicato United Auto Workers rechazó la propuesta y convocó el paro, que podría estarle costando ya 1.000 millones de dólares (914 millones de euros) a General Motors, según ha estimado JP Morgan.

La huelga del fabricante automovilístico en EEUU ha provocado el paro de 33 centros de producción y 22 de distribución en dicho país. Pero las consecuencias también han traspasado las fronteras: se ha suspendido la producción en la fábrica mexicana de Silao, causando el despido de 6.000 personas de forma temporal, las cuales se suman a las 3.200 despedidas en Canadá. Y todo ello en 17 días, claro que si la situación prosigue, también habrá consecuencias económicas, algo que la compañía no quiere y menos tras los buenos resultados semestrales