España devolvió a Marruecos, este jueves, a 116 inmigrantes de los casi dos centenares que saltaron la valla de Ceuta, según Reuters. Siete guardias civiles resultaron heridos. Los migrantes siguieron métodos que ya habían utilizado el 26 de julio, cuando más de 600 personas trataron de entrar en España de forma ilegal.

Según el portavoz del Interior, antes de abrir los expedientes de expulsión de los 116, se les prestó asistencia letrada y sanitaria. Además, aunque ninguno se acogió a él, se les informó de su derecho a solicitar asilo político.

Entre los trabajadores aumenta cada día la sensación de abandono institucional, rabia e impotencia

La Asociación Unificada de Guardias Civiles emitió un comunicado el pasado miércoles explicando la situación en la que se encuentran. En él, detallan que las prácticas que los inmigrantes están utilizando, son cada vez más agresivas: “se incluyen el empleo de objetos punzantes de fabricación propia hasta lanzallamas caseros. Añade que los guardias cuentan con medios escasos y que “entre los trabajadores aumenta cada día la sensación de abandono institucional, rabia e impotencia”. Además, han pedido un "aumento del número de agentes en la zona y la dotación de vehículos y material adecuados”.

Sánchez ni siquiera escribió un mensaje de apoyo en las redes sociales la primera vez, algo que hizo el 22 de agosto, mandando su apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Pero no es suficiente. El Gobierno llega, gracias a las críticas recibidas por el malestar que está causando la situación. Pero llega tarde.

Son varios los mensajes desesperados que han ido publicando los miembros del cuerpo pidiendo ayuda al Gobierno Sánchez. A ellos, se ha unido el apoyo de miles de ciudadanos que han reaccionado frente al malestar de la situación, a la espera de que mejore. De hecho, son más de 50.000 los que han firmado a través de la plataforma de HazteOir.org pidiendo a Marlaska que se proteja a los guardias civiles, según recoge OK Diario