Foto de cuatro y de nadie más. El tradicional posado de la Familia Real en las vacaciones de verano de Mallorca se ha visto un tanto deslucido. Por de pronto, la Familia Real se ha reducido a cuatro miembros: los Reyes Felipe VI y doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

No aparecieron SM Juan Carlos I ni la Reina Sofía. Tampoco la infanta doña Elena de Borbón ni sus hijos. Vamos, que ni Froilán alegró el cotarro.

Todo ello en pleno escándalo Corinna y con Iñaki Urdangarín en prisión. Además, con una Reina Sofía, el personaje más apreciado de toda la familia real, desaparecida en combate tras el feo de su nieta Leonor, azuzada por la Reina Letizia, en la puerta de la Catedral de Mallorca.

Por cierto, Felipe VI está preocupado por el desplante de su hija a su madre. Y es que la princesa de Asturias resultaba simpática a todos los españoles… justo a hasta ese momento.

En cualquier caso, Felipe VI está más solo que la una y su esposa, Letizia, no le ayuda mucho. Es más, continuamente se opone a sustituir al Rey en actos para reducir la agenda del soberano. Doña Letizia solo acepta actos artístico-culturales y alimenticios. Sí, alimenticios, recordemos que la Reina consorte tiene verdadera obsesión por lo mucho que comen los españoles y la cantidad de gordos que pululan por el país.

Mientras, prosigue el Proyecto III República: echar a Franco del Valle de los Caídos y los Borbones fuera de La Zarzuela

Y todo ello resultaría hasta divertido si no fuera porque esta soledad regia coincide con el Proyecto III República que capitanea comunistas y separatistas catalanes (aunque los nacionalistas vascos no le hacen ascos) y al que el insensato de Pedro Sánchez no se une porque ahora está en Moncloa, pero tampoco hará nada por fagocitarlo.

Ese proyecto, lo resumen así en Podemos: “Franco fuera del Valle de los Caídos y los Borbones fuera de Zarzuela”. Ya saben: la III República. Y para ello, nada mejor que aislar a Felipe VI. Porque no nos engañemos, con golferías o sin ellas, el gran apoyo de Felipe VI continúa siendo su padre, Juan Carlos I. Y la popularidad se la ofrece su Madre, la Reina Sofía, la misma que no soporta a su nuera, doña Letizia.

Es la soledad de La Zarzuela, que es como la soledad de La Moncloa pero en plan más institucional, más fría.