• La presidenta de la JUR demuestra, en sede parlamentaria, que España no pinta nada en Europa.
  • König trata a los parlamentarios españoles como si fueran adolescentes.
  • Su opacidad cabrea a Ana Oramas.
  • Y su ofensivo silencio demuestra lo que se sospechaba: la intervención del Popular fueron maniobras con fuego real.
  • Eso sí, ha comprometido todo el proceso de liquidación de entidades en Europa. Y de postre pone en solfa lo único que Rajoy podía vender: si los litigios salen mal pagará el Santander.
La comparecencia de Elke König (en la imagen) en la comisión de investigación sobre la crisis financiera ha dejado claro que España no pinta nada en Europa. Efectivamente, la presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR) no ha respondido a ninguna de las preguntas que le han planteado los portavoces de los grupos parlamentarios. Es más, ha tratado a los presentes como si fueran adolescentes. Menos mal que, al final, la presidenta de la comisión, la canaria Ana Oramas, visiblemente cabreada, le ha afeado su actitud. "La información que ha dado en su réplica no es la información que le han solicitado los portavoces", la he dicho. "Decirle que ha desperdiciado una ocasión única para dar tranquilidad a 300.000 accionistas del Popular y también a la ciudadanía española de que las cosas se hicieron bien". Aún hay más: "Nos hemos enterado de cómo funciona la JUR, cómo se selecciona a la empresa auditora, y muy ampliamente del tema italiano (Banco Popolare di Vicenza y Veneto Banca), pero no de los temas que quería saber esta comisión", le ha recriminado. Y para terminar, Oramas ha criticado que el informe de Deloitte, que ha sido negado al Parlamento hasta en dos ocasiones, se vaya a publicar en la página web de la institución (la parte no confidencial, claro está). "Este es un Parlamento de un país europeo, que ha pedido documentación, que ha garantizado prudencia en el tratamiento de esa información, y que no tiene equiparación a despachos de abogados", ha señalado. "Una cosa son los despachos de abogados, otra cosa son los ciudadanos individuales y otra un Parlamento". Bien por Oramas. La caradura de la 'führer' König no tiene límites y su ofensivo silencio demuestra lo que ya sospechábamos: que la resolución del Popular fueron maniobras realizadas con fuego real. Ha servido para limar el mecanismo de resolución. Pueden estar seguros de que futuras resoluciones no se harán de la misma manera. De hecho, König ha comprometido todo el proceso de liquidación de entidades en Europa. De postre, la directiva alemana ha puesto en solfa lo único que Rajoy podía vender. En caso de que los litigios salgan mal, pagará el Santander. El Mecanismo Único de Resolución (MUR) se hará cargo, únicamente, en un supuesto: si el tercer informe encargado a Deloitte concluye que los accionistas y acreedores quedaron en peor situación tras la resolución de lo que hubieran quedado en caso de concurso. Pero tranquilos, porque la propia König se ha encargado de adelantar el resultado del informe: "Yo no creo que sea así". Y todos conocemos la capacidad de doña Elke de irse de la lengua. Precisamente, le han preguntado sobre sus declaraciones a Bloomberg TV, en mayo, en las que aseguró que la JUR estaba mirando el Popular. Pues miren por dónde, la buena de König se ha justificado diciendo que fue la manera de decir que no comentaban casos concretos. ¿Comprenden? No hablamos de bancos concretos como el Popular. Y a todo esto, el portavoz del PP, Carlos Floriano, ha sido el menos incisivo en sus preguntas y se ha centrado exclusivamente en la falta de transparencia de la JUR. En otras palabras, el Gobierno español, cornudo y apaleado. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com