El indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) que ha publicado hoy el INE establece que los precios han caído tres décimas en tasa interanual, hasta quedarse en el -1%, su mayor tasa negativa desde mayo de 2016. La causa de la bajada ha sido el abaratamiento de los carburantes y combustibles, frente a la subida de precios que registraron en mayo de 2019.

Recordemos que de esta manera, el IPC en tasa anual lleva ya cuatro meses a la baja y acumula dos meses en negativo. Por lo que el peligro de deflación es cada vez mayor.

En tasa mensual, el IPC no experimentó cambios en mayo en relación a abril.

Eso sí: el INE ha explicado que en mayo prosiguió el estado de alarma y, aunque muchos establecimientos empezaron a abrir sus puertas, lo han hecho con limitaciones de aforo. Por ello, la recogida de los precios se ha tenido que realizar íntegramente por métodos telemáticos. Parte de la cesta de productos del IPC sigue sin estar disponible para los hogares, por lo que el INE, siguiendo las pautas de Eurostat, ha tenido que estimar el 18,6% de los precios.