La decisión de la canciller alemana Angela Merkel de no vender armas a Arabia Saudí ha destrozado el beneficio neto de Airbus (-86%) en el primer trimestre. Y todo esto a pesar de que se presume de que en el gigante aeronáutico europeo no hay interferencias de los Gobiernos ¡ja!, (eso sí, del alemán y el francés, porque el español no pinta nada), como pasó en la Junta de Accionistas celebrada el 10 de abril.

Y todo esto a pesar de que se presume de que en el gigante aeronáutico europeo no hay interferencias de los Gobiernos 

Airbus ha ganado sólo 40 millones de euros en el primer trimestre, lejos de los 283 millones del mismo periodo del año pasado por unas cargas de 368 millones. Entre ellas: un impacto negativo de 190 millones por la suspensión de licencias de exportación de defensa a Arabia Saudí, 83 millones por el desajuste de pagos en dólares previos a la entrega y la revaluación del balance, y 61 millones del coste de poner fin al programa A380. ¡Vaya un recibimiento para el nuevo CEO, el francés Guillaume Faury, que tomó oficialmente el relevo al alemán Tom Enders hace 20 días!

Por su parte, la facturación ha aumentado un 24 %, hasta 12.549 millones, gracias al buen comportamiento de la división de aviones comerciales, que aportó 9.697 millones (+34% gracias a las 162 entregas, superiores a las de hace un año), y destacan las mejores en los programas A320 y A330. Asimismo, Airbus ha entregado un avión militar del famoso modelo A400M, que bastantes quebraderos de cabeza y sobrecostes le ha dado, elevando a un total de 75 la flota en servicio, y además, han completado con éxito los vuelos de certificación de la unidad de repostaje para los tanques del compartimento de carga, mientras el contrato con los países socios está en proceso de aprobación tras la última modificación.