• La falta de comunicación y el choque de intereses entre los distintos agentes de regulación han impedido que Pekín dé una respuesta más rápida al riesgo de colapso de la Bolsa.
  • Y quien lo ha pagado son los inversores particulares. Más de 24 millones de chinos se han 'fugado' ya desde julio de ese 'intrumento capitalista' por la volatilidad en los parqués.
  • Un dato para compender el perfil del pequeño inversor chino: dos tercios de los que compran y venden sólo tienen el graduado escolar, pero suman el 80% del volumen de negocio.
  • La Bolsa les atrajo por ser la única vía de sacar rentabilidad a sus ahorros.
La crisis de las bolsas chinas se está saldando con el éxodo masivo de los pequeños inversores. Nada menos que 24 millones de accionistas particulares han huido de los parqués del gigante asiático en solo un mes. Tras el cierre de julio, quedan 51 millones de cuentas de pequeños inversores, frente a las 75 millones del pasado 30 de junio. Son datos de la agencia gubernamental. Estas cifras reflejan los escasos resultados obtenidos por el Gobierno chino tras el inicio del su plan de intervención estatal el pasado 4 de julio. Entonces el primer ministro del país, Li Keqiang, mantuvo una reunión con los responsables de Economía y Finanzas, y ordenó a los reguladores que detuvieran la hemorragia del mercado bursátil, y que lo hicieran de forma coordinada. Y fue precisamente la descoordinación y el choque de intereses entre estos reguladores lo que impidió dar una respuesta más rápida y eficiente desde Pekín. Así lo revela The Wall Street Journal. "Hubo una evidente falta de comunicación entre el banco central y la comisión reguladora de acciones al actuar para prevenir un colapso en el mercado", asegura un funcionario cercano a ambas instituciones. Tal es así que en un determinado momento el regulador bursátil tomó una serie de para reducir la presión del mercado, mientras el banco central trataba de apuntalarlo con tipos de interés más bajos y condiciones más ventajosas en las reservas bancarias. También el corretaje a crédito, importante fuente de financiación del mercado, permaneció hasta julio fuera del control regulatorio. No obstante, para comprender la crisis bursátil del gigante asiático, es necesario conocer también el perfil de los pequeños inversores del país, que constituyen un 80% del volumen de negocio. Dos tercios de este nuevo grupo de accionistas cuenta sólo con el graduado escolar, y un 30% dejó de estudiar a los 12 años o antes, según revela el centro local China Household Finance Survey. Estas cifran denotan su escasa preparación financiera. Para millones de ellos, la Bolsa ha significado la única vía atractiva de obtener algo de rentabilidad para sus ahorros. La tasa de interés de los depósitos en bancos del país asiático la fija el Banco Central Chino, y actualmente el máximo está en el 2,4% anual. La deuda pública china, por poner otro ejemplo, da un interés del 2,3% anual. Teniendo en cuenta que la inflación media en el país es del 1,5% de media, pocos están motivamos para invertir en esta clase de productos y ven en el mercado bursátil su opción predilecta. Daniel Esparza daniel@hispanidad.com