En su comparecencia en el Congreso, Jaume Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell, ha cifrado el coste de la crisis financiera en 50.000 millones de euros para el erario público y en 20.000 millones para los bancos. Eso sí, reconoce que en Holanda el coste fue muy superior y que el ‘corralito’ argentino también tuvo cifras más elevadas.

Guardiola ha explicado que la culpa de la crisis está repartida y la entidad que dirige forma parte de “la lista de culpables” porque también les faltó una lectura adecuada del riesgo del excesivo crecimiento del crédito en el sector inmobiliario y promotor. Pero ha explicado que coincidieron dos crisis:

  1. Una crisis endógena de la economía española basada en un exceso de crédito que no iba parejo a la economía e inflaba el valor de los activos. Eran años de mucho crecimiento de la economía y coincidían con una política monetaria muy expansiva. “El crédito nunca tiene que ser condición suficiente para el crecimiento”, ha subrayado. Los créditos crecieron al doble que los bancos, aunque no todos, por ejemplo, Bankinter, y algunas cajas de ahorro se equivocaron más que otras, ha apuntado
  2. Una crisis financiera internacional que estalló por las hipotecas ‘subprime’ en EEUU. “Ese colapso de Lehman Brothers acaba provocando un cierre abrupto de los mercados y acelera la crisis endogámica de España”, ha añadido

Primero se optó por la agrupación de cajas, luego por los Decretos Guindos sobre saneamiento y, más tarde, apareció SAREB

Guardiola ha señalado que la crisis se abordó en España como se pudo y fue cambiante, con políticas distintas. “Primero, se optó por la agrupación de cajas, luego por los Decretos Guindos sobre saneamiento y, más tarde, apareció SAREB. C con sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos, al Fondo Único de Resolución, a las tasas de los DTAs y a la SAREB.