Mariano Rajoy ha vuelto a mostrar su cobardía, esta vez, ante la tiranía turca… y en España. En primer lugar, al permitir que se celebrara la VI Reunión de Alto Nivel entre ambos países con la presencia del primer ministro turco, Binali Yildirim, en vez de quien tiene realmente el poder en dicho país, el dictador Recep Tayyip Erdogan.

Segundo, por permitir que Yildirim critique al Consejo de Europa. El primer ministro turco ha señalado que “ellos no harán las elecciones, las hará Turquía” y que “sería mejor que se ocupe de su propio asunto”. Así ha respondido al aviso hecho por la Asamblea Parlamentaria de dicho organismo, advirtiendo que las negociaciones desaparecerán si Erdogan restablece la pena de muerte.

En relación al proceso de adhesión a la UE, Yildirim ha añadido que “es obligatorio que la UE muestre una aproximación con una nueva visión al asunto para la supresión de los problemas que encaramos”. Y todo esto delante de Rajoy, que presume de ser una de las economías más importantes de la UE y de tener protagonismo… Es más, el presidente del Gobierno ha señalado que puede no estar de acuerdo en todo con la UE, ¡muy acertado, sí señor!

El gallego ha preferido las buenas relaciones entre ambos países y el hecho de que Turquía es un socio importante para España y para el resto de la UE. Es más, espera seguir estrechando lazos comerciales. El país de Erdogan es Turquía y es nuestro socio comercial número 11 del mundo y el cuarto fuera de la UE (por detrás de China, Estados Unidos y Marruecos).

Paralelamente, Rajoy no se ha mojado tampoco sobre algunos de los temas más candentes en España. En relación, a las peticiones del PNV a cambio de dar su 'sí' a los presupuestos ha señalado que nadie "le ha hablado de eso". También ha tenido tiempo para responder que si tiene algo que decir a Cristina Cifuentes se lo dirá en su día, y ha cuestionado, de paso, la moción de censura que apoyan partidos con irregularidades en los currículos de sus líderes: "Consejos vendo, que para mí no tengo".