• Pero lo denuncia con un cierto retardo.
  • Hablamos de 2.000 MW. La clave está en el suelo mínimo de retribución. Si es subasta, no debe haber mínimos.
  • Otrosí: a pesar de las protestas verdes, las renovables continúan siendo un chollo en España.
  • Pagado por todos los españoles, claro está.
  • Por otra parte, el sector entra en guerra civil por el carácter tecnológicamente 'neutro' de la subasta Nadal.
  • En efecto, si fuera realmente neutro, la eólica vencería a la solar: es mucho más eficiente.
  • Seguimos con la gran mentira verde.
El Gobierno Rajoy ha aprobado el Viernes de Dolores, 7 de abril, una mega-subasta de energías renovables: otros 2.000 MW de ruina. El ministro de Energía Álvaro Nadal (en la imagen, junto a su hermano Alberto) intentaba arreglar la pifia de su gemelo, Alberto Nadal (en la imagen, junto a su hermano Álvaro), antes secretario de Estado de Energía y ahora en Hacienda, como secretario de Estado de Presupuestos y Gasto. Hizo una subasta de renovables y, al final, los 'agraciados' no la pusieron en marcha. Así no se puede conseguir el absurdo del 20/20, esto es, un 20% de energías renovables para 2020. Ahora son nada menos que 2.000 MW ampliables a 3.000. Y, al parecer, a pesar de que el reino de España ha sido llevado a los tribunales de medio mundo por reducir las subvenciones oficiales (perdón, sobre-retribución) a las renovables, por los fondos de inversión (en este caso, más bien fondos-buitre) resulta que la energía verde subvencionada pagada por todos los españoles en el recibo, sigue gustando. Esos inversores y esos fondos que acusan a España de ser un país bananero por reducir la generosa subvención a la energía verde, vuelven a invertir en España… en energía verde. A lo mejor resulta que el negocio sigue siendo rentable. Ahora bien, la actual subasta presenta unas variables cuando menos curiosas. Por ejemplo, a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no le ha gustado nada que si se trata de una subasta, se establezcan unos valores máximos en los porcentajes de reducción de las ofertas. Dicho de otra manera: un suelo mínimo de retribución. Si es subasta es subasta. Si es contrata es contrata: no hay por qué asegurar una rentabilidad añadida. Y hay algo más: esta mega-subasta de energía verde puede llevar a la guerra civil en el propio sector. Porque resulta que la subasta del ministro Nadal es tecnológicamente neutra. Y claro, resulta que la eólica, más cuajada, con tecnología mucho más probada, es una energía mucho más rentable que la fotovoltaica o la termosolar. Conclusión, los muy verdes chicos de las renovables cogidos en su propia trampa: resulta que la energía solar es ineficiente. O aún más ineficiente que la eólica. Es la gran estafa de la energía ecológica. Porque aquí todos somos muy verdes mientras haya un pagano de nuestra verdulería. Por ejemplo, todos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com