• La dependencia de este hidrocarburo es enorme: importamos más del 99,5% de lo que consumimos.
  • Es lo que se olvida al informar de la brusca caída de los precios del petróleo, que prefieren mirar al exceso de oferta y no a la mejora del poder adquisitivo del ciudadano.
  • Y se habla, cómo no, de los despidos masivos en las empresas petroleras, pero se calla que beneficiará a la creación de empleo en otros sectores, como el transporte y los servicios.
  • El abaratamiento del crudo 'perjudica' especialmente a los que se forraban hasta ahora, los países árabes, que encima seguirán haciéndolo en menor cuantía.
Llevamos ya unos cuantos meses hablando de la caída del petróleo, pero lo que se escucha muy poco es que resulta buenísima para países como España. Por tanto, no tenemos ningún problema en que su precio siga bajando y según los expertos, así lo hará: algunos hablan de que será inferior a los 40 dólares/barril e incluso a los 30 dólares y algunos atrevidos -el Banco Mundial- lo sitúan en 10 dólares. Y es que nuestro país tiene una enorme dependencia de este hidrocarburo. En concreto, importamos más del 99,5% de lo que consumimos. Por ello, el Gobierno considera que siempre es bueno investigar, así lo afirmó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, "en cuanto al petróleo es bueno que España sepa si lo tiene o no lo tiene". Un argumento que quedó demostrado al permitir los sondeos exploratorios de Repsol en Canarias. Si la cosa iba bien, la petrolera que preside Antonio Brufau calculaba que podría cubrir un 10% de la demanda nacional (30 millones de barriles anuales). Pero finalmente los pronósticos no se cumplieron, pues a pesar de hallar gas, su cantidad y calidad no hacían viable su desarrollo. Por ello, el buque de posicionamiento dinámico Rowan Renaissance regresó a Angola, donde sí hay petróleo. Sin embargo, lo que más se refiere en los medios de comunicación es que el desplome del precio del crudo se debe al exceso de oferta, pero se menciona muy poco lo beneficioso que resulta esto para España. De hecho, el pasado viernes, el precio del barril de Brent -referencia en Europa- bajó hasta los 46 dólares/barril y mostró su mayor caída desde hace 29 años, pues hace un año su precio era de 103 dólares. Este lunes, marcado por las caídas de las bolsas asiáticas, el precio caía hasta los 43,81 dólares, situándose en mínimos de 2009. Y es que el juego de la oferta y la demanda es otro de los temas más comentados. En cuanto a la oferta, algunos expertos cuantifican el exceso en casi 3 millones de barriles diarios. Además, países como Irán y Argelia se han mojado aludiendo a la posible convocatoria de una reunión especial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre los objetivos de producción. Al hilo de esto, conviene recordar que en EEUU la producción se ha disparado debido sobre todo al auge del 'fracking' y que la de Rusia marca máximos históricos. Y por si esto fuera poco, hay que mencionar el acuerdo nuclear alcanzado con Irán y el fin de las sanciones internacionales que les permitirían poner en circulación su petróleo. Respecto a la demanda, también hay que hablar de un notable aumento, debido al menor precio. Hace un par de semanas, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) elevó su previsión de incremento hasta un total de 1,6 millones barriles diarios para este año, lo que supone más del doble que en 2014 (700.000 barriles/día). Claro que no se puede perder de vista la desaceleración que vive China, pues es el segundo mayor consumidor del mundo. También se mencionan en los medios de comunicación los múltiples despidos que están llevando a cabo las empresas del sector petrolero: según El País, ya se han perdido 100.000 puestos de trabajo. Entre las compañías que han recortado sus plantillas están: la mayor empresa del mundo de servicios petroleros, Schlumberger, con 11.000 despidos; Weatherford (otros 11.000), Baker and Hughes (10.500), Halliburton (9.000) o Saipem (casi 9.000). Pero se calla el hecho de que el desplome del crudo también beneficia la creación de empleo en otros sectores, como transportes, servicios, etc., además de que está aumentando el poder adquisitivo de los consumidores. Paralelamente, el fuerte abaratamiento 'perjudica' sobre todo a los que hasta ahora se estaban forrando (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, etc.). Pero no se preocupen, seguirán ganando muchísimo dinero, aunque en cuantías algo inferiores a las que tenían antes del desplome del crudo. Cristina Martín cristina@hispanidad.com