La distribuidora brasileña Eletropaulo, protagonistas de una insólita puja por Iberdrola y la pública italiana Enel, ha salido en defensa del acuerdo con la española a través de su filial en ese país Neoenergia.

Lo ha hecho después de que la CNMV brasileña le hubiera enviado un requerimiento para justificar la ampliación de capital, un elemento clave, tanto para Neoenergia, que se comprometió a suscribir en su totalidad, en el marco para hacerse con la distribuidora, la mayor del país, y Enel, que cuestiona ese procedimiento.

Eletropaulo señala, en concreto, que firmó el 16 de abril un acuerdo con Neoenergia porque la primera oferta de Enel era “menos ventajosa”, teniendo en cuenta el dinero que necesita (ampliación de capital) para pagar la deuda por un contensioso judicial con la brasileña Electrobras. Valora, no obstante, la mejora de precios que ha provocado esa guerra de opas, en la que también está otra brasileña, Energisa.

Ahora bien, también señala que el Consejo de Eletropaulo que su objetivo está en “el mejor valor para todos sus accionistas”, al margen de que gane uno u otro, y todo puede ocurrir.

Es un paso más, por tanto, en la peculiar puja, que se resolverá en una subasta pública en la Bolsa de Brasil el próximo 18 de mayo, la fecha marcada por regulador, y en la que es posible que Enel vuelva a mejorar otro 5% su oferta, sobre el otro 5% ya mejorado por Iberdrola, esa guerra de opas.

Iberdrola observa los movimientos de Enel, que puede pujar con precios fuera de mercado o lo que es lo mismo: porque es pública, dispara con pólvora del rey.