La Bolsa de Hong Kong ha lanzado este miércoles una oferta pública de adquisición (opa) sobre London Stock Exchange (LSE), la sociedad gestora de la Bolsa de Londres. La oferta, realizada conjuntamente con la firma Clearing, valora LSE en 32.000 millones de libras, unos 36.000 millones de euros. Una parte del pago se haría en metálico y otra, en acciones.

En la capital británica han rechazado la oferta, que no era mala en términos económicos: 83,61 libras por acción, esto es, una prima del 23% respecto al precio al que cerraron los títulos el martes. Pero, a día de hoy, aceptarla implicaría entregarle el segundo mercado bursátil del planeta a los comunistas chinos. Y todo, en vísperas del Brexit y con Hong Kong ardiendo por las protestas en contra de la ley de extradición.

No es la primera vez que la Bolsa de Londres entra en una operación corporativa. En marzo de 2016, anunció su fusión con la de Fráncfort, una unión que finalmente vetó la Comisión Europea, al considerar que generaba monopolio. Lo de Hong Kong es peor.