• Pero la apuesta de Moreno Carretero (con un 6% más del capital) cambia el equilibrio accionarial.
  • Además, en vísperas de la Junta (8 de junio), aunque habrá que ver si se traduce en cambios en el Consejo.
  • Una cosa está clara: la inversión de Pepe Moreno tampoco puede quedarse en nada.
  • Y Manuel Manrique tiene un blindaje como presidente de 2,5 años.
Fue el viernes cuando supimos que el constructor Moreno Carretero había ampliado su participación en Sacyr con ánimo de controlar la empresa. Y todo ello en vísperas de la Junta General de Accionistas, el próximo 8 de junio, aunque poco puede hacerse ahora para propiciar un vuelco que se mediría en más puestos en el Consejo, aunque tendrán que darle, eso sí, más participación. Veamos, el reparto de poder, no medido sobre acciones, sino en el Consejo de Administración -14 consejeros- es el siguiente: Demetrio Carceller dispone de cuatro consejeros. Manuel Manrique tiene otros cuatro, contando a su hijo (Gonzalo), a José María Aguirre Gonzalo y a Isabel Martín (ING). A Manrique (1,8% del capital), le apoyan Carceller y Juan Miguel Sanjuán, en representación del Grupo Satocán. En total, el 17%. Matías Cortes, que siempre ha apoyado a Demetrio Carceller -aunque su posición es variable-, dispone de dos: junto a él, el hombre de PRISA, Augusto Delkáder. En total, hasta ahora, hablamos de 10. Enfrente se sitúa José Manuel Loureda, fundador de Sacyr, que dispone de dos, él y su hijo José Manuel,  mientras Moreno Carretero, hasta ahora sólo con  él como vocal, y Tomás Fuertes, también sólo uno. Pero ahora cambia la ecuación accionarial y hay que ver cómo se traduce eso en la disposición de fuerzas en el Consejo. Tras la compra del 6% por Moreno Carretero (ahora 11,2%), y la suma de los insurrectos, el porcentaje se eleva al 24%. Y añadan a esa lista a Javier Gallo, prematuramente jubilado de Sacyr Construcciones y que posee algo más del 1,5%. ¿Significa esto un vuelco? Probablemente no. Todo indica que Carceller continuará mandando, pero recuerden que la inversión de Moreno Carretero no puede quedarse en nada. Por el momento, continúa firme la alianza Carceller-Manrique. Además, el presidente tiene un blindaje de 2,5 años según los ingresos brutos del últimos ejercicios (el pasado año fueron 3 millones de euros). Además, Sacyr comienza a ver la salida al final del túnel. Más pequeña, ciertamente, pero no tan pendiente de la deuda. Eulogio López eulogio@hispanidad.com