Decíamos ayer que no conviene dejarse engatusar por los beneficios bancarios de 2018. Lo cierto es que el negocio bancario hace aguas. La petición de crédito disminuye pero, es que, la que llega no es buena y los bancos se ven obligadas a conceder préstamos sin tener claro la mora que van a generar.

Al mismo tiempo, los fondos de inversión no atraviesan el mejor momento y cuesta mantener a los partícipes con las actuales comisiones.

Y de la subida de tipos de interés… apaga y vámonos.

Y es que los bancos españoles se refundan: el negocio hace aguas

Por eso, la banca ha pedido al Banco de España que le permite aumentar las comisiones de siempre, en su labor como sistema de pagos del país, sin duda el de mayor importancia social.

Ni a Hernández de Cos ni a Margarita Delgado les agrada mucho permitir esa subida general de comisiones de pago. Pero, saben que llega el pago por móvil y que aún hay que amortizar la inversión en cajeros, tarjetas de crédito etc. Eso sí, prefieren que la banca continúe reduciendo costes, fusionándose y reduciendo activos inmobiliarios.

En cualquier caso, la situación, como negocio, de la banca española es crítica y es que somos de la mejor banca doméstica del mundo.

Ahora vendrá la etapa en que nos arrepentirnos de haber disparado a los bancos cuando les sucedan los fondos… y los bancos de inversión

Llegará un momento, cuando los fondos controlen los grandes flujos financieros, en que nos arrepentiremos de habernos levantado en armas contra los bancos. Porque, entre banca tradicional y banca en la sombra, me quedo con la primera. De aquí a Lima.