• Lo venden como una inyección de capital de 1.108 millones de euros para resucitarla.
  • Pero se trata de suelo, es decir, que más que resucitarla, la intoxican.
  • Eso sí, según las entidades, se trata de 6 millones de metros cuadrados edificables.
  • Si Metrovacesa logra vender 40.000 viviendas, la operación será un éxito.
  • En cualquier caso, la banca convierte activos inmobiliarios en activos mobiliarios a través del modelo socimi.
  • Y con la mera salida a bolsa ya ganan dinero.
Una de dos: o no hemos aprendido nada o ya nos hemos olvidado del tremendo estallido de la burbuja inmobiliaria cuyas consecuencias aún estamos padeciendo. Porque el anuncio realizado este miércoles por el Santander y el BBVA lleva directamente hacia una nueva burbuja inmobiliaria. No hay duda. Los dos bancos más grandes de España, junto con el Popular, ahora integrado en el Santander, han traspasado activos inmobiliarios -suelo- a Metrovacesa, compañía que se quedaron en propiedad durante la crisis. Tras este traspaso, el Santander se mantiene como el primer accionista, con el 70,5% del capital (61,3% más el 9,2% del Popular), por delante del BBVA que posee el 29,5%. Metrovacesa vende la operación como una inyección de capital de 1.108 millones de euros -el BBVA habla de "ampliación de capital no dineraria"- que le va a permitir comenzar una nueva etapa enfocada a la promoción residencial. Pero cuidado, porque se trata de suelo, es decir, que más que resucitar a Metrovacesa, se trata de soltar lastre a costa de intoxicar a la inmobiliaria. Tras la operación, Metrovacesa cuenta con más de 2.600 millones de euros en activos y una cartera de suelo de más de 6 millones de metros cuadrados… edificables. Un alivio. Si Metrovacesa logra vender 40.000 viviendas en los próximos años, la operación habrá sido un éxito. Aunque lo cierto es que la banca logrará hacer caja bastante antes, con la salida a bolsa de la compañía, algo que todavía no se ha concretado. Y lo hará siguiendo el modelo socimi, que permite convertir activos inmobiliarios en mobiliarios. Todo esto está muy bien y resulta altamente constructivo. Lástima que sea el preludio de una nueva burbuja inmobiliaria hacia la que camina la banca española. ¿Por qué se produce esto? Porque los bancos ya no saben a quién prestar. Las grandes empresas se financian directamente emitiendo deuda corporativa y oiga, prestar a las pymes aún conlleva un riesgo demasiado elevado. Solución: lanzarse al inmobiliario. Es más, se está replicando la operación que en su día realizó el Popular con Colonial: el banco se convirtió, a un tiempo, en accionista y prestamista. Cuando estalló la burbuja, el Popular se vio doblemente atrapado: no recuperó lo prestado y, al mismo tiempo, vio cómo sus acciones perdían todo su valor. Pero da igual. La banca camina hacia una nueva burbuja inmobiliaria. De momento, el objetivo es comenzar la promoción de 2.000 viviendas durante este año y, a partir de 2018, lanzar entre 4.000 y 5.000 nuevos pisos cada año. Así hasta 40.000. ¿Les suena? Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com