El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha llenado su agenda (la de su esposa, Begoña Gómez no, pero conste que, como mujer liberada del yugo marital, tiene agenda propia) en Nueva York, donde ha asistido a la Asamblea General de la ONU, con un contenido inequívocamente masónico. Ocurre que ahora los masones ya no quieren llamarse masones y consideran obsoleta la liturgia masónica, pero su objetivo de imponer un credo laico (deísta, ecologista y ahora feminista), único en todo el planeta, continúa intacto; solo que con nuevas caras, nuevos nombres, nuevos conceptos y nuevas estafas. Y es en Naciones Unidas donde se desarrolla el programa con más éxito.

Veamos, Pedro Sánchez adelantó el contenido de su discurso ante la Asamblea General, que recorre todos los actos de su agenda neoyorquina.

Lo primero, tributo y compromiso de pago a los programas del Fondo de Naciones Unidas para la Población (en inglés, UNFPA, United Nations Fund for Population Activities), más conocido como “Fondo de Naciones Unidas para la Despoblación”, que alimenta ideológicamente y financia en la práctica los programas de contracepción y aborto, principalmente en el Tercer Mundo… y a ser posible de forma forzada.

Viaje a Cuba y ni una palabra contra la tiranía venezolana

El dadivoso Sánchez también ha financiado, con dinero de los españoles, un estudio sobre igualdad de oportunidades para la mujer, casualmente.

Más Participación de Sánchez en la asamblea telúrica: en “nuestro planeta”, otra horterada financiada por la ONU, en la línea de humanizar al planeta Tierra y cosificar a las personas.

Sánchez también hablará en su discurso de desarrollo sostenible, en lugar de desarrollo sustentable (esto último supone que la naturaleza pueda sustentar a la humanidad, no al revés) y participará en un programa para descarbonizar el planeta, es decir, prescindir del carbón, que constituye la energía más copiosa sobre la tierra, la más barata y la más útil a la humanidad.

Su discurso versa sobre el pacifismo internacionalista, abandonado por la humanidad hace 25 años por inútil y por hacedor de guerras… ahora recogido por el Nuevo Orden Mundial (NOM) como novísima bandera. Pues bien, ahora el presidente del Gobierno español participa en el programa “Pilar de la paz”, denominación que bate todas la marcas de horterada en la sede neoyorquina de la ONU dispuesta a convertirse en gobierno único del mundo mundial.

Dignidad del ser humano: ojo, del ser humano nacido y, sobre todo, del ser humano hembra, no varón, puro depredador de la mujer y del planeta, en su totalidad manifiesta.

En definitiva, Pedro Sánchez no necesita ser masón para comportarse como tal. No le falta ni un solo tópico. Oiga, ni uno solo.

De postre, viaje a Cuba, ni una palabra contra el castrismo, y ni una palabra contra la dictadura venezolana. Esos con de los nuestros.