• El banco vasco ha reducido la cartera inmobiliaria (entre créditos y activos) de 7.000 a 2.300 millones desde 2012, un 70%.
  • Un 11% ha sido en el último año, aunque la operación clave fue el traspaso, en 2014, a Lone Star (900 millones de activos).
  • Pero ha mantenido el ritmo en la concesión de hipotecas sin traspasar activos a la Sareb y sin recibir ayudas públicas.
El Grupo Kutxabank ha reducido ya un 70% su exposición en el sector inmobiliario desde 2012, antes de la fusión de las tres cajas vascas (BBK, La Kutxa y Caja Vital). Los 7.000 millones de entonces (entre créditos y activos) quedan, al cierre del primer semestre de este año, en 2.300 millones. Durante el último año el recorte ha sido del 11%, según la entidad, aunque la mayor operación en ese sentido -la  más determinante, según la entidad- fue la venta a Lone Star, en 2014, de Neinor, su filial inmobiliaria. Traspasó entonces 900 millones en activos inmobiliarios. El contrapunto está en los resultados del primer semestre, que prueban de nuevo el esquema de un banco solvente pero no tan rentable, con un margen financiero pobre que sobrevive con la gestión de patrimonio vía fondos de inversión. La entidad ha ido combinando, eso sí, sus riesgos inmobiliarios con esa solvencia y provisiones, mediante desinversiones, la gestión de los activos problemáticos y el apoyo de una tasa de morosidad más baja (en el 5,66%). Kutxabank no ha traspasado activos, a diferencia de otros bancos, a la Sareb, el banco malo que gestiona los activos de la reestructuración bancaria, ni ha recibido ayudas públicas. En paralelo, se considera la segunda entidad española, entre las supervisadas por el BCE, con mayor peso de la cartera crediticia sobre el activo total y la primera en crédito hipotecario a particulares (sobre el total del activo y del crédito). Rafael Esparza