• Joseba Egibar vincula el trabajo que dio Fernández al ex delegado del Gobierno a un acuerdos PSE-PP "o entre no sé quiénes".
  • El dirigente del PNV aprovecha la denuncia de Kutxabank, al margen de razones éticas, para 'sacudir' al ex presidente.
  • Y dice que el PNV no tuvo nada que ver la denuncia, a pesar de su amplia mayoría en Consejo de Administración.
  • Fernández aclaró ante la Fiscalía de Vizcaya que dio trabajo a Mikel Cabieces por su vinculación con la lucha antiterrorista.
  • Insiste en la "legitimidad" de su decisión y en que "hay una voluntad explícita" de atentar contra su honor.
  • A las discrepancias con Mario Fernández -el PNV no quería la salida a bolsa de Kutxabank- se une ahora la desautorización política.

El avance de la investigación a Mario Fernández, ex presidente de Kutxabank (en la imagen), por el pago de 243.592 euros por la entidad al ex delegado del Gobierno en el País Vasco, el socialista Mikel Cabieces, tiene dos frentes,  el judicial y el político, pero en ambos es clave la posición del partido mayoritario en esa comunidad, el PNV. Ahora lo que no le gusta al PNV es que Fernández tratara de 'salvar' a Cabieces del mismo modo que se había hecho con otras personas vinculadas a la lucha contra ETA.

Vamos por partes. La andadura judicial sigue su curso, tras la denuncia sobre "presuntas irregularidades" presentada por Kutxabank, que tiene, no lo olvidemos, algo de venganza por parte de los nacionalistas contra el anterior presidente del banco. En el origen de esas discrepancias estaban los planes de futuro con el banco vasco de uno y otro. Fernández, por ejemplo, barajaba la opción de una salida a bolsa, pero esos planes chocaban con los 'gustos' del PNV. La salida a bolsa equivale a una pérdida de control del capital y a eso el PNV dijo stop. El nuevo presidente de la entidad, Gregorio Villalabeitia -un profesional de la escuela del Banco de Vizcaya que se ajusta, además, a lo que el PNV quería: buen técnico, nacionalista y más dócil-, presentó, dentro del guión, la denuncia contra Fernández.

Pero las ramificaciones del caso no acaban ahí y se han visualizado este miércoles a través del portavoz del sector más duro del PNV, Joseba Egibar. Ha explicado que si el PNV 'saltó' contra Fernández no es sólo por "la irregularidad" en sí, como por otra cuestión, más política, con ETA al fondo. Lo que ha venido a decir Egibar es quién es Fernández -un nacionalista, pero moderado, y ex vicelehendakari del Gobierno vasco- para decidir nada sobre la recolocación de un ex cargo de Interior. El acuerdo para cosas así, ha añadido, estaba en un acuerdo entre socialistas y populares, pero no el PNV, al que se ha intentado, se quejaba, dejar de lado. La realidad vasca es así, inconsistente cuando de marcar una línea ética a favor o en contra de ETA.

La reacción de Egibar sigue a las declaraciones del propio Fernández, que compareció la semana pasada ante la Fiscalía de Vizcaya, donde explicó que un dirigente del PP le había pedido que buscara una salida profesional a Cabieces, del mismo modo que ya se había hecho con otras personas vinculadas a la lucha contra ETA.

Fernández, en un comunicado posterior, en que el que denunciaba que "hay una voluntad explícita de atentar contra mi honor", arrancaba con esta consideración: "¿Qué harían cada uno de ustedes si se les pidiese ayuda para una persona que ha estado en la primera línea de la lucha antiterrorista? Supongo que lo mismo que hice yo, y que han hecho antes de mi muchas personas y muchas empresas e instituciones en situaciones parecidas a la mía. Y lo hicieron respetando la ley y una "ley no escrita" que ha funcionado con todos los gobiernos y todos los partidos durante los últimos 30 años".

Mario Fernández explicó también ante el fiscal que, en contra de lo que se ha tratado de explicar, su operación era "absolutamente legítima y no ha ocasionado ningún tipo de daño para Kutxabank". Y recordó que "en el improbable supuesto de que, sin perjuicio de ser legítima, hubiese ocasionado algún daño, tardé yo exactamente una tarde en reponerlo". Efectivamente, tras una conversación con Villalabeitia, el propio Fernández entregó a Kutxabank los 243.000 euros pagados a Cabieces por labores de asesoramiento al banco vasco. A juicio de  Fernández, "hay una voluntad explícita" de atentar contra su honor y por ello ejercitará las acciones correspondientes cuanto terminen las diligencias actuales.

¿Qué es lo que le ha replicado Egibar?: que el PNV quiere conocer la verdad y que Villalabeitia  ha acertado al optar por la vía judicial. Y si había una "ley no escrita" no escrita, como sostiene Fernández, para recolocar a altos cargos de Interior que sufrían la amenaza de ETA, "sería entre el PSE-EE y el PP, o entre no sé quiénes".

Egibar es así. Ahora bien, ha dejado claro que su partido rechazará una comisión de investigación parlamentaria, como pide EH Bildu porque lo que en realidad quiere la coalición abertzale es cuestionar "todo el proceso de fusión de las cajas en el periodo de Mario Fernández".

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com