Con todo el fin de semana por delante, la “Caja-hucha” del PNV ha presentado sus cuentas cerradas a 31 de diciembre de 2019. Kutxabank me sigue produciendo una sensación de admiración/estupor. La entidad vasca, en silencio y paso a paso, continúa su silenciosa labor de cuidar el germen de un futuro banco central vasco… qué estoy más que seguro harán emerger en el momento que estén preparados y en el que otro gobierno central necesite los votos del PNV. Para lo que sea: para una investidura o para la aprobación de unos presupuestos generales. Parece que tienen claro que, con perseverancia y discreción, se puede llegar muy lejos.

Esta senda continúa, no tanto consiguiendo una buena rentabilidad, ya que el ROA se sitúa en un 0,59%, frente a un 0,57% en 2018, si no alejando cualquier tentación de absorción con unas cifras de solvencia del 16,94% de CET1 Fully Loaded que en 2018 fueron del 15,54%, la más alta de las entidades financieras españolas.

Si les parece, vamos a ver la cuenta de resultados, que presenta un resultado atribuido de 352,2 millones de euros (M€), frente a los 332,3M€ del pasado ejercicio, un 6% más, donde Cajasur, marca con la que opera la entidad vasca en el resto del territorio nacional, sobe todo en Andalucía, ha aportado 22M€.

En la parte alta de la cuenta, tal y como hemos venido viendo a lo largo del ejercicio, el resultado ha sido más bien discreto: 568,6M€ de margen de intereses (+1,3%), 508,7M€ de comisiones y otros servicios (un 2,3% superior al del ejercicio anterior), 394,5M€ (+2,3%) de comisiones netas, debidas a fondos de inversión y sobre todo, a las comisiones de las EPSV (fondos de previsión social de regulación exclusiva del Gobierno vasco, otra prebenda más de su concierto). Otros 141M€ más han llegado de la actividad aseguradora. Sumados estos dos ingresos, llegan prácticamente al 50% del resultado del ingreso bancario.

Para el PNV, Kutxabank siempre será, antes que nada, el embrión del futuro Banco de Euskadi

El crédito a la clientela ha crecido un 1,6%, el riesgo dudoso ha sido de 1.317,5M€ y se ha reducido en un 21,9%, 159,2M€ menos de provisiones netas con una venta de 1.260M€ de activos problemáticos. El ratio de morosidad es del 2,98% (-0,88%) respecto a 2018.

El margen bruto tan solo crece 0,7%, hasta los 1.096M€, con aportaciones de 65,7M€ en dividendos y sociedades por puesta en equivalencia, donde destaca la hasta ahora joya de la corona Euskaltel, que más adelante veremos cómo ha influido en otro epígrafe de la cuenta, y 11,6M€ extraordinarios de ROF.

Los gastos de administración solo crecen un 0,9%, con el cierre de 37 oficinas y casi los mismos empleados. Las amortizaciones crecen un 7,2% debido a las inversiones realizadas en los planes de digitalización. El margen de explotación es de 437,1M€ y se ha visto reducido en un 0,3%.

Hasta ahora, la cuenta ha ido en la tendencia plana que lleva desde hace mucho tiempo la entidad, un margen para ir tirando, contención de gastos, correcto comportamiento de las dotaciones, soltando lastre con las ventas, y si no se llega a un buen resultado neto, pues para eso están los cerca de 1.700M€ en participaciones en sociedades, como Eusklatel, que te pueden sacar de una situación cosméticamente incómoda, pues la solucionas con la venta de un 0,23% de Euskaltel, te genera unas plusvalías de 90,4M€, acabas arreglando tu cuenta de resultados a final del ejercicio y a esperar al siguiente.

Eso sí, pasas a poseer el 19,88% de la compañía y deja de ser inversión en negocios conjuntos y asociados, reestructuras sus órganos de decisión y clasificas la inversión en ‘Activos Financieros a Valor Razonable’.

Eso si lo has de hacer porque has de remunerar a la mano que mece la cuna, que en este caso son más de dos, ya que has de repartir el 50% del resultado, 176,1M€ en dividendos entre los accionistas, los principales, las “fundaciones bancarias”, BBK, Kutxa y Vital, es decir, PNV, que en los últimos cinco ejercicios ya han percibido más de 725M€. Todo un chollo con el que mantener la influencia política en el país y continuar ganando las elecciones en la región.