• La mayoría de las 29 intervenciones de accionistas han sido para recriminar a Botín la "drástica" reducción del dividendo.
  • Ana Botín emplea un tono distante al hablar de su padre, "el anterior presidente".
  • Escueto y raquítico agradecimiento al anterior Ceo y mano derecha de D. Emilio, Javier Marín.
  • Santander crecerá de manera orgánica: "No tenemos necesidad de comprar", ha señalado, aunque no descarta estudiar "alguna inversión puntual", siguiendo criterios "muy exigentes".
  • El banco cántabro se apunta a la digitalización, pero en su justa medida.

Mucho descontento en la primera junta general ordinaria de accionistas del Santander con Ana Botín (en la imagen) como presidenta. De las 29 intervenciones -si no es un récord, está cerca- más de la mitad han sido para recriminarle la "drástica" reducción del 66% del dividendo, en un año en el que el beneficio del banco ha aumentado un 39% y la entidad ha llevado a cabo una macro ampliación de 7.500 millones de euros. Ampliación muy cuestionada también por los accionistas, sobre todo porque se destinó únicamente a instituicionales, privando a los minoritarios del derecho de suscripción preferente.

Pero lo que realmente ha cabreado al personal ha sido la reducción del dividendo, sostén de muchas familias -así se lo ha hecho saber a Botín más de uno- y muchos pensionistas. Incluso, le han recriminado el hecho de que, al mismo tiempo, el consejo se ha subido la retribución. "Vamos a contribuir todos, no sólo los accionistas" al futuro del banco, le ha dicho uno de ellos.

Y, lo más seguro es que la respuesta -escueta- de Botín no les haya convencido. "Esta política era necesaria", ha explicado, porque lo importante es establecer una política de dividendo sostenible en el tiempo.

A los fondos no les gustan las empresas familiares. Emilio Botín lo sabía, al igual que su hija Ana. Pero la relación que tiene la actual presidenta es radicalmente distinta a la que mantenía D. Emilio. La principal diferencia: mientras el fallecido Emilio se enfrentaba a ellos, Dña. Ana ha optado por echarse en sus manos. Y es que Ana Botín no tiene el mismo ímpetu que tenía su padre. ¿Puede lograrlo con el tiempo? Es posible, pero tendrá que trabajar duro.

Por cierto, tanto en su discurso como en las respuestas a los accionistas, Botín se ha referido al "anterior presidente". En ningún momento ha hablado de "mi padre". Y es que, como hemos señalado, a los fondos no les gustan las empresas familiares.

Como, probablemente, tampoco le habrá gustado a Javier Marín, ex consejero delegado del banco, la escueta y raquítica mención que le ha dedicado Botín. Claro que fue ella la que le cesó, pero lo cortés no quita lo valiente. "Agradezco a Fernando de Asúa y a Abel Matutes, que acaban de dejar el Consejo, su gran contribución realizada al banco, así como a Javier Marín su dedicación durante más de 20 años". Y punto.

El Santander crecerá de manera orgánica. "No tenemos necesidad de compra. Esto no excluye que estudiaremos alguna inversión puntual, siempre que añadamos valor a nuestros accionistas, y con criterios muy exigentes", ha señalado la presidenta.

Y, como ya ocurriera en anteriores ediciones, la digitalizacióbn del banco ha gozado de cierto protagonismo. Desde luego, nada que ver con su máximo competidor, el BBVA, cuyo presidente, Francisco González, empleó buena parte de su discurso a los accionistas a este asunto. El Santander también apuesta por la digitalización, pero en su justa medida. El objetivo es tener 25 millones de clientes digitales en 2017. Ahora son 14 millones. "Para ello estamos invirtiendo muy significativamente en desarrollar un modelo de distribución multicanal donde el cliente es el centro de toda nuestra estrategia. Nuestro objetivo es facilitar la relación del cliente con el banco: donde quiera, como quiera y cuando quiera", ha afirmado Botín. Y poco más. Desde luego, nada de ser el mejor banco digital ni nada parecido.

En cualquier caso, algo está cambiando en el Santander. Por primera vez en la junta general se ha escuchado otro idioma distinto del español. Y no sólo porque el vicepresidente primero, Bruce Carnegie-Brown haya tomado la palabra en varios momentos, sino porque más de un accionista ha intervenido en inglés. Pero no se preocupen: el banco seguirá invirtiendo en Santander. Palabra de Ana Botín.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com