La Junta de Accionistas de Euskaltel de 2019 se presentaba como una de las más interesantes de los últimos años. Quien más quien menos esperaba una intervención de Zegona o, como mínimo, alguna referencia en los discursos del presidente o del consejero delegado al interés del fondo británico por convertirse en el máximo accionista y controlar el futuro de la teleco. Pues ni una cosa ni la otra. Zegona ha brillado por su ausencia total.

Al final, la Junta ha sido la más tranquila de los últimos años, con la escalofriante cifra de cero intervenciones. Así da gusto, aunque al mercado no le ha gustado nada y la cotización de la compañía caía más de un 2,9% a una hora del cierre bursátil. Al final, la caída ha sido del 2,83%.

El camino no será sencillo, sobre todo si se mantiene el grado de competitividad actual

Durante su intervención, el presidente de la compañía, Alberto García Erauzkin, ha hecho hincapié en la integración de la gallega R y de la asturiana Telecable que, en buena medida, han marcado el año 2018. También la expansión de la teleco que comenzó en Navarra y en 2019 continúa en León, Cantabria, La Rioja y Cataluña. El objetivo, que esos mercados aporten el 8% de los ingresos totales en 2022.

El camino no será sencillo, sobre todo si se mantiene el grado de competitividad actual. “Estamos en una época muy competitiva que no va a cambiar a corto plazo”, ha señalado el consejero delegado, que ha desvelado algo que piensan muchos en el sector: “Espero que por el bien del mercado no se repita la ‘guerra del fútbol’, con descuentos muy agresivos”.