•  Y el aceite de oliva español cae en manos de un fondo especulativo británico, CVC.
  • El único 'frente bélico' en la junta contra la gestión llega de los accionistas minoritarios (4,5%).
  • Han recordado a Carbó que tomó el mando de Deoleo en enero de 2011, cuando la acción cotizaba a 0,75 euros y se va en mayo, cuando está a 0,42.
  • La ministra de Agricultura, Tejerina, se toma con calma la entrada de la SEPI en la aceitera, marca estratégica.

Junta General de Accionistas en Córdoba de Deloeo, la aceitera más grande del mundo y controlada ya por el fondo especulativo británico CVC. Hay dos lecturas, como ocurre siempre en cualquier colonización de una empresa estratégica por fondos extranjeros. El debate se complica en el caso de Deoleo, una empresa en crisis desde hace más de dos años, por las maniobras de CVC para hacer y deshacer en la aceitera. Recuerden, todo comenzó en abril de 2014, con la compra del 29,9% a dos cajas españolas (BME y Bankia) y a Dcopp y se enrareció de lo lindo con una OPA posterior, lanzada en diciembre con un pasito adelante y un pasito atrás en lo del precio. Por eso hay dos modos de medir. Para el consejero delegado saliente, Jaime Carbó, que dimitió del cargo y a quien sucede desde hoy Manuel Arroyo, se cierra una etapa de "años intensos y cruciales" y se abre un futuro "mucho más apasionante". Ha deseado lo mejor para su sucesor, destacando que todo queda en "buenas manos" para un relevo "lo más suave y ordenado posible". Por cierto, y de la entrada de la SEPI, nada nuevo, a pesar de que la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, dijo a Hispanidad que la última palabra se retrasaba porque "la OPA ha tardado más de lo que esperábamos". Las buenas palabras de Carbó son inseparables de lo contento que deja Deoleo, haciendo caja. El ya ex Ceo ha cobrado un bonus extraordinario de 1,5 millones de euros, que se une a los 850.000 euros de retribución fija y una retribución variable de 2,4 millones en 2014 (el doble que en 2013). 1,5 más 2,4 es igual a 3,9. Esos son los millones, casi 4, que Carbó ha cobrado el último año. También ha venido a decir lo mismo que Carbó el presidente de la acietera, José María Vilas, que ha hablado de la estabilidad accionarial y financiera y las bases para una nueva Deoleo. Con CVC, claro, que no ha despertado ni un asomo de crítica ni para Carbó ni para Vilas. Para este último, "en esta etapa vamos a centrarnos en expandir el negocio, conquistar nuevos mercados internacionales y consolidar los existentes, sin olvidar que ya somos líderes en muchos de los principales mercados del mundo". En este ambiente celestial, está claro que el único frente de críticas sólo podía venir de los accionistas minoritarios (4,51% de capital), que a diferencia de Carbó, no están tan contentos. Y tienen sus motivos, como les contamos a propósito de que darían la batalla en la junta. No han hecho pocas preguntas precisamente y en ellas había de todo: la cancelación de la financiación exterior, las generosas retribuciones a Jaime Carbó, los pagos a JP Morgan, el destino de las acciones de Jesús y Jaime Salazar, el previsible exclusión de Deoleo en bolsa, como estaba en los planes iniciales de CVC, y un largo etcétera. Los minoritarios no han querido agradecer nada a Carbó, a quien han recordado que "se hizo cargo de la presidencia de Deoleo en enero de 2011, cuando la acción estaba en torno a 0,75 euros" y que "se marcha en mayo de 2015, dejando la acción en 0,425". En tono irónico, le han dicho que "es una persona afortunada", teniendo que cuenta los malos resultados de la empresa durante estos años y que "la cotización ha pasado una auténtica travesía del desierto". Y después de cuestionar tanto su sueldo como un bonus "más que cuestionable" -también se lo plantearon a la CNMV-, le han echado en cara que valorara la empresa en 0,38 euros por acción, cuando se lanzó la OPA, y que haya conseguido vender sus acciones a 0,45, "un precio que no veíamos desde febrero de 2014", poco antes de que entrara CVC. Carbó ha contestado a algunas de las quejas planteadas. "No hay ningún plan para que Deoleo deje de ser una empresa cotizada", "no está en el mapa" ninguna ampliación de capital, a lo que la luxemburguesa Ole "nunca se comprometió", no conocen nada de los planes de la SEPI para tomar una participación. En fin, como ven, una novela. La Junta se ha cerrado con la aprobación de todos los puntos expuestos por Carbó y Vilas con más del 60% del capital. Rafael Esparza