• El principal accionista, Enaire (51%), rehúsa cualquier otra judicialización por la subida de tarifas aeroportuarias que pide Competencia.
  • Vota en contra de la propuesta del fondo británico (7,7%) de emprender acciones legales contra nuevas resoluciones de la CNMC que afecten al marco regulatorio.
  • El propio Vargas apoya el sistema tarifario y asegura que "llegarán hasta donde haga falta en la defensa de nuestros intereses".
  • No deja de sorprender el enfrentamiento entre el Gobierno (Álvaro Nadal dirige Enaire y la Oficina Económica de Moncloa) y el regulador.

Primera Junta General de Accionistas de AENA tras la salida a bolsa del 49% el 11 de febrero. El protagonismo, al final, se ha quedado reservado, como cabía esperar, a la polémica resolución del 30 de abril de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) sobre las tarifas aeroportuarias. El fondo británico The Children Investment (TCI) había propuesto "instrucciones" al Consejo de Administración para frenar al regulador y trasladar el malestar al Gobierno, pero en el momento de la votación en la asamblea, el principal accionista, Enaire (51%), ha dicho que no. ¿Acaba con ello la polémica? Sin duda, no. De hecho, la resolución de la CNMC ya está recurrida ante la Audiencia Nacional, tanto por AENA -con el apoyo de todo el Consejo de Administración- como por TCI, y a ese argumento se ha agarrado Enaire para votar en contra de la propuesta del fondo británico. En su resolución de abril, la CNMC instó a AENA a bajar las tarifas aeroportuarias entre un 2% y un 3% a partir de partir de 2016, el primer año de la aplicación, y trasferir 70 millones de la caja aeroportuaria a la de actividades comerciales (duty free, cafeterías y restaurantes). Se lo contamos el lunes, 1, cuando les hablábamos que TCI quería armar bronca en la junta con sus razones, que las tiene (si bajan las tasas, se reducen los ingresos y se penaliza la valoración de la compañía). AENA había incluido en un complemento del orden del día de la junta la petición de TCI en el que se insta a AENA a emprender acciones "contra cualesquiera otras resoluciones de la CNMC que pudieran afectar negativamente el actual sistema regulatorio de cálculo de tarifas aeroportuarias". Además, instaba a trasladar al Gobierno que evite que Competencia asuma "funciones fuera de su ámbito de competencia o contrarias al marco regulatorio vigente en materia de tarifas". Y ha sido a ese extremo al que no ha querido llegar el principal accionista, Enaire, lo cual evita un choque directo con el regulador independiente, pero no uno indirecto porque la cuestión ya está en los tribunales. Eso no quita que AENA tenga sus razones. Seguirá adelante con su recurso. Lo ha dicho el propio presidente del gestor, José Manuel Vargas (en la imagen), ante los accionistas, al señalar que el sistema tarifario de la compañía "cumple escrupulosamente con la legislación vigente" y que "llegaremos hasta donde haga falta en la defensa de los intereses de la sociedad, porque consideramos que los acuerdos adoptados por la CNMC son contrarios al marco regulatorio vigente en materia de tarifas". No deja de sorprender, en cualquier caso, el enfrentamiento entre el Gobierno y el gestor. Téngase en cuenta que Álvaro Nadal está en el Consejo de Administración de Enaire, matriz de AENA, y también dirige la Oficina Económica de Moncloa. Preguntado ayer martes por ese enfrentamiento, Nadal señaló que las discrepancias entre una empresa pública y el regulador le parecían "totalmente normales". Añadió que "en todas las utilities, la relación entre regulador y regulado es de amor-odio". Las declaraciones de Nadal tienen su relevancia porque fue él mismo quien impuso a María Fernández Pérez -con la que había tenía una relación en el pasado- como vicepresidente de la CNMC. Y Fernández se jactaba de que todo pasaba por ella en el regulador. Guindos tuvo que darle un toque. El resto del discurso de Vargas ha sido una loa ininterrumpida sobre la trasformación de AENA hacia una compañía más eficiente e internacional desde la salida a bolsa, tras el que acumula una revalorización superior al 60%. En la junta se acordó también el nombramiento de tres consejeros independientes (Amancio López, Jaime Terceiro y José Luis Bonet) y de Pilar Fabregat como dominical. Tras los nuevos nombramientos el consejo de administración pasará de 11 a 15 miembros. Rafael Esparza