Este martes, AENA ha celebrado su Junta de Accionistas, un evento que habría pasado como un mero trámite, pues han sido aprobados los 11 puntos del orden del día, de no ser por algunos curiosos y sorprendentes nombramientos. En concreto tres de diez, entre ellos, la ratificación como consejero de Josep Antoni Duran i Lleida, el amigo de Atlantia (y que casualmente fue uno de los muñidores de la operación de compra de Abertis), compañía italiana que es un gran operador de aeropuertos y autopistas. 

Esto no es un buen antecedente, pues ya saben cómo acabo dicha operación: con una empresa estratégica en manos de los Benetton y Florentino Pérez sacando también tajada. Duran i Lleida ha desarrollado gran parte de su trayectoria en la política (entre sus cargos, destaca el haber sido portavoz parlamentario de la desaparecida CiU), pero actualmente es profesor visitante de la Universidad Miguel de Cervantes de Santiago de Chile y ejerce de abogado en el Bufet Colls. Asimismo, es coordinador español del Foro de Diálogo España-Italia y vicepresidente del Comité Económico Hispano-Marroquí. Entró en el Consejo de AENA el pasado 29 de enero, en sustitución de otro conocido catalán, Josep Piqué, y este martes, ha obtenido el beneplácito de los accionistas, entre ellos, el Estado, que es dueño del 51% del gestor aeroportuario.

AENA ha lanzado su plan inmobiliario en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, y estudia planes para los de Palma de Mallorca, Málaga, Valencia y Sevilla

También han recibido el visto bueno los nombramientos de Jordi Hereu Boher y Leticia Iglesias Herráiz como consejeros independientes, en sustitución de Eduardo Fernández-Cuesta y Juan Ignacio Acha-Orbea. En el primer caso, se trata del exalcalde del PSC que llenó Barcelona de okupas, esperemos que no haga lo mismo con los aeropuertos españoles… que desde 2012 es “consultor especializado en desarrollo económico, empresarial y urbano”. Por su parte, Iglesias ha desempeñado distintos cargos (varios de ellos en la CNMV) y actualmente es presidenta de la Comisión de Auditoría y vocal de la Comisión de Riesgos de Abanca, así como presidenta de la Comisión de Auditoría y Control de la socimi LAR España… justo cuando AENA ha lanzado su plan de desarrollo inmobiliario en los aeropuertos de Madrid y Barcelona y estudia planes para otros cuatro (Palma de Mallorca, Málaga, Valencia y Sevilla). Eso sí, AENA busca concesión de suelo a inversores privados, pero lo más positivo es que mantendrá la propiedad de dichos terrenos.

Por todo lo comentado sorprenden y mucho estos tres personajes en el Consejo, y además, Duran i Lleida y Hereu son catalanes, como Maurici Lucena, presidente y CEO de AENA. Veremos qué sucede porque no existe la casualidad, como advertía el poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller

El próximo 23 de abril, día de San Jordi, repartirá 1.039,5 millones en generosos dividendos de 2018 (6,93 euros brutos por acción), de los que el Estado se llevará 530,14

Lucena, quien lleva al frente del gestor aeroportuario desde el pasado 16 de julio, ha destacado la consolidación de la internacionalización y los buenos resultados financieros y de tráfico de pasajeros. Al hilo de esto, ha recordado la adquisición del grupo aeroportuario del Nordeste de Brasil hace poco más de tres semanas (compuesto por seis aeropuertos que controlará al 100%) por 437,5 millones de euros, “la operación internacional de mayor envergadura” que “aportará mucho valor”, pues supone alcanzar los 23 aeropuertos en el exterior y ampliar su presencia internacional a cinco países. Además, como socio del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), se beneficiará de su expansión en Jamaica, donde a partir de octubre, también gestionará el aeropuerto Internacional Norman Manley de Kingston, la capital del país. 

El presidente y CEO de AENA ha señalado que en 2018 la cotización se depreció un 25%, marcada por la experimentada en el Ibex (-15%), pero en estos primeros meses “ya ha recuperado prácticamente el terreno perdido” el año pasado: se ha revalorizado un 17,1%. Así, la capitalización del gestor aeroportuario ha pasado de los 20.362,5 millones que registró a cierre de 2018 a los 23.850 millones del cierre del pasado lunes.

De cara al futuro, AENA tiene el reto de ofrecer “un servicio cada vez más excelente y generando valor para los accionistas y la sociedad”. En el caso de los accionistas, no hay dudas, pues seguirá con un pay out del 80% del beneficio para repartir en 2019 y en 2020, como en los dos años anteriores. Esto se traduce en el reparto en dividendos de 1.039,5 millones (de los que el Estado se lleva 530,14), a razón de 6,93 euros brutos por acción, el próximo 23 de abril, “día, por cierto, de San Jordi”, ha recordado Lucena.