• El presidente de la compañía afirma que todas las opciones están abiertas: "vender, amortizar el crédito, negociar con los bancos…".
  • En esta nueva etapa inicia la vía industrial a través de Sacyr Industrial, de la que pronto habrá alguna noticia.
  • Espera que en el Canal de Panamá no haya pérdidas, pues este año habrá otros dos fallos de la junta de disputas.
  • No descarta operaciones corporativas en EEUU, su objetivo prioritario, pero sí en otros países.
  • Sobre la situación procesal de Demetrio Carceller, principal accionista y vicepresidente, Manrique señala a Hispanidad: "creo que no pasará nada" con su participación en Sacyr.
Este jueves se ha celebrado en segunda convocatoria la junta general de accionistas de Sacyr, una cita que el presidente de la compañía, Manuel Manrique (en la imagen), ha aprovechado para presumir de los hitos logrados en 2014 y de la venta de Testa a Merlin Properties, conocida hace unos días. En concreto, ha calificado este último movimiento como un "hecho histórico", gracias al cual ya no está obligado a vender su participación del 9,5% en Repsol. Manrique ha afirmado que todas las opciones están abiertas y están en su mano. Por lo tanto, "podemos vender Repsol, amortizar el crédito…" o "negociar con los bancos". Además, ha querido remarcar que tras vender Testa, Sacyr es ahora dueña de su destino, pues dicha venta "produce una metamorfosis, es un antes y un después en esta fase final del saneamiento". Precisamente, en esta nueva etapa, la compañía ha optado por iniciar un camino por la vía industrial a través de Sacyr Industrial, de la que pronto habrá alguna noticia, según ha confirmado Manrique a los medios, "incluso antes que de EEUU". Aunque conviene señalar que construcción, concesiones y servicios seguirán siendo "negocios troncales". El presidente de Sacyr espera que en el Canal de Panamá no haya pérdidas, pues este año habrá otros dos fallos de la junta de disputas. Manrique ha señalado que tuvieron la valentía de ofrecer una solución buena para todos y también varios aciertos: decidir la cofinanciación del cash flow con Autoridad del Canal de Panamá (ACP), mantener su postura y las "reclamaciones sobre el basalto y la fórmula del hormigón" y ejecutar la obra con "elevadísima calidad". De hecho, esto último "repercutirá en el accionista y en la empresa, pues permitirá aumentar la cuota de mercado en obras con alto grado de innovación". En estos momentos, la obra civil ya está prácticamente acabada y han iniciado el llenado de la primera esclusa. Manrique está tan contento con esta obra que ha bromeado sobre proponerla para ser elegida "la octava maravilla del mundo". Sacyr apuesta por una clara vocación internacional, donde EEUU es su objetivo prioritario. Recuerden que ya dio sus primeros pasos en esta línea a finales de 2014, cuando llegó a un acuerdo con Manhattan Construction Group. Manrique no descarta "operaciones corporativas de crecimiento en EEUU", pero ha subrayado que para ganar contratos en dicho país es importante tener una empresa allí o asociarse con "algún paisano". Al hilo de esto, ha avanzado que en consorcio con la estadounidense Saunders y otros socios, Sacyr puja por el contrato de una autopista en Colorado, valorada en cerca de 1.600 millones de euros. Además, en este momento, tiene interés en otros dos proyectos, uno relacionado con los residuos y otro industrial, vinculado a la desalación. Manrique ha señalado a Hispanidad que no cree que se hagan operaciones corporativas en otros países, pues "en los que hemos estado no ha sido necesario comprar ni siquiera asociarnos". Claro que el modelo de internacionalización es "distinto para cada negocio": en construcción el objetivo prioritario es EEUU, donde quieren ser "un jugador local"; en concesiones, apuestan por Italia, EEUU e Hispanoamérica; en industrial, quieren alianzas con socios estratégicos y en servicios, destacan los proyectos de desalación en Oriente Medio, Hispanoamérica y también en EEUU. Y es que Sacyr pretende aumentar sus ventas internacionales del 33%, que suponen ahora, al 75%. En la junta estaba representado un 54,55% del capital social de Sacyr y los accionistas han sido bastante participativos, pues hasta un total de siete han intervenido. El Canal de Panamá, Repsol, la venta de Testa o sus planes de retribución al accionista han sido los temas más destacados en sus preguntas. Pero uno de los accionistas se ha salido de estas cuestiones y ha vuelto a pedir, como ya hiciera en la junta de 2014 el cese o la dimisión como consejero de José del Pilar Moreno Carretero, representante de Beta Asociados S.L. (5,084% del capital). El año pasado se descartó la existencia de una situación de competencia efectiva, pero para ser aún más transparentes, se ha optado por someter la cuestión a votación por parte de los accionistas, que la han rechazado. Algo que los accionistas no han hecho con el resto de propuestas de acuerdos previstas, que han sido aprobadas en su totalidad. Hispanidad ha preguntado a Manrique por otro importante miembro del Consejo de Administración, Demetrio Carceller, principal accionista y vicepresidente de la compañía. En concreto, por si su situación procesal podría tener repercusión en su participación en Sacyr: "creo que no pasará nada", ha respondido. Merece una mención especial la reflexión sobre infraestructuras que ha hecho Manrique en su discurso, donde ha destacado que la inversión en este sector es importante "porque cada euro que se invierte duplica su valor", genera empleo y contruye al crecimiento. En concreto, ha criticado que España redujera su inversión en este sector en los años de la crisis, lo contrario de lo que han hecho algunos de sus socios europeos (en Reino Unido ha aumentado un 40%; en Alemania, un 20% y en Francia, un 5%). "Es un reto reducir la diferencia con los países más avanzados de Europa" y recuperar la visión estratégica de este sector, que es "aún más importante tras las elecciones municipales y autonómicas y a las puertas de las elecciones generales". Cristina Martín cristina@hispanidad.com