• No quiere tener un consejero delegado y, encima, acaba de 'neutralizar' a Emilio Díaz, presidente de Indra en Brasil y aspirante a número dos del grupo.
  • Y los siguientes damnificados serán Javier de Andrés, actual Ceo, y el director financiero, Juan Carlos Baena.
  • Mientras, sigue elaborando el Plan Estratégico que tendrá como objetivos centrales Brasil y Estados Unidos.
  • Aunque Abril-Martorell ha anunciado la salida de unos 1.000 trabajadores en Brasil.
  • Y no ha conseguido vender Indra Sistemas.
Primera junta general de accionistas de Indra –mañana del jueves- con Fernando Abril-Martorell (en la imagen, durante su intervención) como presidente. Desde que llegó al grupo tecnológico –enero 2015-, el ex Ceo de Prisa ha ido dando pasos, pero con tiento, poco a poco, sobre todo en lo que se refiere a la cúpula de la compañía. Hasta ahora, que ha decidido que ya es hora de ejercer de presidente… y de Ceo. Lo cierto es que Abril-Martorell no quiere tener un consejero delegado. De hecho, acaba de 'neutralizar' al presidente de Indra en Brasil y aspirante a ese puesto, Emilio Díaz. Es el movimiento que más ha llamado la atención en los directivos del grupo. Pero no será el único damnificado. Los siguientes serán dos históricos de la casa, profesionales de la máxima confianza del anterior presidente, Javier Monzón. Hablamos de Javier de Andrés, actual consejero delegado –lo es desde diciembre de 2010, aunque lleva en el grupo desde 1999- y del director financiero, Juan Carlos Baena, en Indra desde 1992 y máximo responsable financiero desde 1999. Mientras, Abril-Martorell sigue perfilando el nuevo Plan Estratégico de la compañía, que presentará el 8 de julio, y que tendrá como objetivos centrales Brasil y Estados Unidos. "Participamos en segmentos de negocio atractivos, en geografías con crecimiento, contamos con un conjunto de clientes de primer nivel y con profesionales preparados para aprovechar la oportunidad de una sociedad digital que ya es hoy una realidad", ha señalado durante su intervención. Todo en el marco, eso sí, de una nueva estructura. "Necesitamos reducir costes, simplificar nuestras estructuras, mejorar nuestros procedimientos y formas de hacer, y todo ello sin dejar de invertir para mejorar y ampliar nuestra oferta de mayor valor añadido y siendo más selectivos en los proyectos y en el lanzamiento de nueva oferta", ha afirmado. Por eso, esta misma mañana, la dirección ha solicitado a los sindicatos que constituyan una comisión negociadora para analizar el próximo ERE que, previsiblemente, afectará a unos 2.000 o 3.500 empleados, de una plantilla total de 40.870 trabajadores, de los que 21.000 están en España. Eso, después de intentar vender la sección de sistemas –unos 14.000 empleados- al fondo Apax Partners, tal y como adelantó Hispanidad. Sin ir más lejos, el presidente ha recordado que el grupo está haciendo lo propio en Brasil, donde en los próximos meses recortarán la plantilla en unos 1.000 trabajadores (de 7.500 que trabajan en el país). Y es que la compra de Politec no ha salido todo lo bien que se preveía, sobre todo porque la evolución de la economía brasileña no ha sido tan positiva como se esperaba. A pesar de ello, la apuesta por el país carioca sigue en pie. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com