Prosigue el juicio en el Tribunal Supremo a los doce líderes independentistas por la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña el 27 de octubre de 2017.

Hoy han seguido declarando como testigos guardias civiles que intervinieron en algunos registros clave para la causa.

El guardia civil que analizó la documentación obtenida en los registros del exsecretario de Hacienda de la Generalitat Lluís Salvadó asegura que encontraron mucha información sobre la preparación de un estado propio tras la independencia. "El registro de Salvadó fue espectacular en cuanto a pruebas (...) aduanas, catastro, agencia tributaria (...) había mucha documentación, incluso facturas de viaje al extranjero de Aragonés (...) Se detectó que la agencia tributaria catalana no estaba preparada para actuar al día siguiente de la independencia, pero había un programa informático que estaba preparando IBM”.

Ha añadido que la Generalitat había hecho un cálculo de lo que necesitaría para "soportar" desde que se declarara hasta que tuviera una estructura capaz de recaudar impuestos como "cualquier país”. "Entre la DUI y el funcionamiento de una agencia tributaria catalana, querían empezar a recaudar los impuestos del sector público catalán".

"Entre la documentación Salvadó había documentación de un viaje a Eslovenia (...) Venía una hoja de ruta que ponía: 'Independencia de Eslovenia' y era una comparativa pero no era exacta".

"Nos gritaban lo típico: 'fascistas', 'hijos de puta', 'fuera fuerzas de ocupación', nos tiraban claveles a los coches", ha narrado otro

Según su testimonio, los responsables de la Generalitat buscaron financiación en el exterior para mantenerse tras la declaración de independencia. En concreto, ha relatado que estimaban que necesitaban 11.000 millones que solicitaron a China; 4.500 del sector público catalán; 6.000 de ayuntamientos y 1.300 de impuestos propios. Esto es lo que necesitaban, según los datos del testigo, desde que declararan la independencia hasta que tuvieran estructura administrativa propia para recaudar impuestos.

Las personas concentradas fuera les gritaban "fascistas", "fuera" y "votaremos", explica el testigo. "Nos gritaban lo típico: 'fascistas', 'hijos de puta', 'fuera fuerzas de ocupación', nos tiraban claveles a los coches", ha narrado otro.

Otro agente ha narrado lo que pasó al salir de un registro: "Ni los propios Mossos podían contener a la gente (...) Tuvieron que bajar de sus vehículos. Quitaron vallas, taparon zanjas, apartaron gente. No sé si emplearon las defensas. En muchas de las caras de la gente que había allí vi por primera vez en mi vida profesional el reflejo del odio".