• Asume el cargo de consejero coordinador, que suma al de vicepresidente del Consejo.
  • Mientras, Oliu sustituye a Sol Daurella por Aurora Catá Sala.
  • Al presidente del Sabadell no le ha gustado nada la salida a la francesa de la mujer de Coca-Cola Iberian Partners en España y Portugal, y su inmediato fichaje por el Santander.
  • Las familias fundadoras y propietarias del banco catalán se van diluyendo y, cada vez más, Oliu tiene más de gestor que de propietario.
  • El banco propondrá a la junta el pago a los accionistas de una retribución flexible.

El Consejo de Administración del Sabadell, reunido este jueves, ha decidido nombrar a José Manuel Lara Bosch (en la imagen) como consejero coordinador, cargo que suma al de vicepresidente, consejero independiente. Pero no se equivoquen. En contra de lo que podría parecer, Lara no sólo no busca dedicar más tiempo al banco, sino que está preparando su relevo en la entidad financiera.

Mientras, el presidente del banco, Josep Oliu, ha sustituido a Sol Daurella por Aurora Catá Sala, como consejera independiente, según el comunicado remitido a la CNMV. Miren si al número uno de la entidad le ha gustado poco la salida a la francesa de la mujer de Coca-Cola Iberian Partners en España y Portugal, que este jueves, durante la presentación de resultados, ni siquiera la ha nombrado a la hora de explicar que sí, que su hueco sería ocupado por otra persona.

Y esa persona es, como ya hemos señalado, Aurora Catá Sala, actualmente vocal de Atresmedia, grupo del que Lara es presidente. Todo queda en casa.

Por cierto, Oliu no va a proponer ninguna norma que regule la fuga de consejeros entre entidades, pero no vería mal que existiera. Tengan en cuenta, además, que Daurella renunció al consejo del Sabadell porque, en teoría, quería dedicar más tiempo a su empresa. A los pocos días, sin embargo, se supo la verdad: fichó como consejera del Santander. Los vínculos con el Santander no son nuevos. Ana Botín es consejera de Coca Cola -de la multinacional, con sede en Atlanta- y su tío, Jaime Botín, es consejero de la embotelladora que preside Daurella.

Pero si Oliu está enfadado con la ya ex consejera, las familias fundadoras y propietarias del Sabadell están disgustadas con la gestión del banco. Y es que las sucesivas ampliaciones de capital han ido diluyendo su participación, al tiempo que la cotización de sus títulos ha caído, desde los ocho euros en 2006 hasta los 2,3 euros de este jueves. Prueba de este descontento es Isak Andic, dueño de Mango, que entró en el banco en 2006, con la acción en máximos. Llegó a tener el 7% del Sabadell, pero, tras la última ampliación, se ha quedado en el 4%. El mexicano David Martínez -5% del Sabadell- ya le ha sustituido en el Consejo de la entidad financiera. Ahora, a Andic sólo le queda vender definitivamente las acciones. Eso sí, con unas pérdidas superiores a los 360 millones de euros.

Pero no es el único. Oliu también ha perdido y, cada vez más, tiene más de gestor que de propietario. El 'nuevo' Sabadell tendrá poco que ver con el actual, al menos en su núcleo duro de accionistas. Y eso que el colombiano Jaime Gilinski aún no ha querido incorporarse al Consejo, a pesar de ser el primer accionista con un 7,5% del banco.

Por otra parte, el Sabadell propondrá a la junta de accionistas una retribución flexible al accionista en forma de scrip dividend, además de una retribución complementaria. El scrip dividend tendrá un importe de 0,04 euros por título y la retribución complementaria será de 0,01 euros por acción, según el comunicado remitido a la CNMV.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com