El socialista Javier Solana siempre ha sido un ateo presumido. Por ateo presumido, entiendo al agnóstico proselitista, quien, no contento con su actitud, pretende hacer prosélitos a la inocencia.

Ahora mismo, el ‘catorceavo’ ministro de Cultura con Felipe González, ha sido nombrado presidente del Patronato del Museo del Prado. Curioso, porque su amigo Federico Sopeña, historiador de arte, musicólogo, doméstico del Vaticano, etc, ya fallecido, fue director del Museo del Prado, con Javier Solana como ministro.

Cada vez que se encontraban, el señor ministro, no por nada, sólo por fastidiar, se dirigía a su colega y le preguntaba:

-¿Qué Federico? ¿Ya has perdido la fe?

Es que Solana, ministro de Cultura, mister PESC y secretario general de la OTAN, muy querido por los norteamericanos, era un chico muy progresista. Para ser exactos, progre-capitalista-. Por tanto, no podía permitir que una referencia social de todo lo ilustrado, artístico y hasta científico, como era considerado Federico Sopeña, fuera además creyente. Eso no era permisible ni para un cura. 

Esperemos que ahora, observando los cuadros del Museo del Prado -¿cuántos de ellos tienen una temática religiosa?- don Javier Solana pueda convertirse en un ateo normal no en un ateo proselitista.

En cualquier caso, ¿es normal este nombramiento de altura cuando don Javier, el próximo lunes 14 de julio cumple 77 años?