En víspera del Triduo Pascual, se hacía público que, por fin, el grupo editorial de Javier Moll se hacía con el grupo Zeta, en especial con su buque insignia, El Periódico de Barcelona.

Pero ojo, también hablamos de otros diarios, como el deportivo Sport, o los regionales El Periódico de Extremadura y El Periódico de Aragón o El Mediterráneo de Castellón. Al final, 300.000 ejemplares diarios, a sumar a las 17 cabeceras del Grupo Moll, donde mandan el Levante de Valencia y La Nueva España de Oviedo. Javier Moll, ni lo duden, es otro progresista.

Hasta ahí lo conocido, pero el trasfondo tiene mucho más alcance.

El grupo Zeta, que creara Antonio Asensio Pizarro con la pornográfica Interviú, y que ahora lideraba Antonio Asensio Mosbah, estaba en quiebra. Javier Moll ofrecía 30 millones de euros y logró una quita bancaria para la deuda de 70%.

Además, prometía 10 millones para Antonio Pizarro Mosbah (no se sabe por qué, dado que Zeta está quebrada) que finalmente le han concedido (él pedía 20).

Ahora bien en medio de esta melé surgió, cómo no, Jaume Roures, el hombre de Mediapro y, elevó la oferta de Moll de 30 a 40 millones de euros, que para eso este “comunista y anticlerical”, como él mismo se define, es, además, multimillonario.

Dos meses atrás, Miguel Iceta, secretario general de los socialistas catalanes, acudió a Moncloa y habló con Iván Redondo -¡grande es tu poder, maestro Iván- y con el propio Pedro Sánchez para pedirles que no fuera Roures quien se quedara con Zeta. No quería llegar a las elecciones con un Roures, que no es independentista, más bien anda en la órbita de Podemos, tocándole las narices, ahora que estaba jugando el papel de moderado, casi españolista.

Dicho y hecho: hay que ayudar a Iceta. El Gobierno presionó y la banca -que al final era quien decidía- le otorgó el Grupo Zeta a Moll, que hora le disputará la primacía de la prensa regional a Vocento.

Roures está cabreado, ciertamente, pero Redondo y Sánchez, o Sánchez y Redondo, tanto monta, monta tanto, preparan la reconciliación con Mediapro. Le necesitan para el gran pacto catalán postelectoral.

Si alguien puede unir a socialistas, comunistas, podemitas más o menos centrífugos, como Ada Colau, con los separatistas menos recalcitrantes, ese es el comunista y anticlerical Jaume Roures.

Porque Sánchez pretende un Frente Popular, el mismo que le llevó a la Moncloa con la moción de censura. Y para mezclar esa macedonia, hombres como Roures resultan pero que muy útiles.