Luigi Di Maio renunció a la presidencia del partido antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E), que actualmente gobierna en coalición con el Partido Democrático (PD), de centroizquierda. Su dimisión no provocó el colapso del gobierno de Italia, pero es signo de las divisiones en el interior del M5E y agrega un punto de tensión adicional en la compleja relación de los partidos cogobernantes, que por muchos años fueron rivales, informa La Nación.

Vito Crimi, un senador de bajo perfil que dirige la Comisión de Reglas del partido, quedará a cargo del M5E -creado hace más de diez años en oposición al PD- hasta que se elija un nuevo líder. Así lo anunció en un evento partidario Di Maio, que mantendrá su posición como canciller.

Crimi aseguró que la salida de Di Maio no afectará la estabilidad del gobierno, un mensaje que fue sostenido por un comunicado oficial del primer ministro, Giuseppe Conte, quien en septiembre del año pasado reformó su gabinete con el apoyo del M5E y el Partido Democrático, tras la salida de la Liga, el partido de derecha que lidera Matteo Salvini.

Crimi aseguró que la salida de Di Maio no afectará la estabilidad del gobierno, un mensaje que fue sostenido por un comunicado oficial del primer ministro, Giuseppe Conte

Otros, como el consultor político Francesco Galietti, son menos optimistas: "La renuncia de Di Maio es muy ominosa para el futuro de la coalición gobernante", dijo Galietti. Hay temores de que más defecciones terminen por dejar a la alianza sin mayoría parlamentaria.

El anuncio llegó días antes de una elección en la región de Emilia Romagna, donde la Liga amenaza con poner fin a 75 años de control por parte del PD y así disminuir las posibilidades de supervivencia del gobierno. En tanto el M5E, que había ganado el 33% de los votos en las elecciones nacionales de 2018, ahora tiene un 16% de aprobación en las encuestas.