El cálculo inicial situaba el IPC de marzo en el 0,1%, pero este miércoles, el INE ha publicado el dato definitivo: los precios bajaron un 0,4% respecto a febrero y siete décimas desde marzo de 2019, con lo que la tasa se sitúo en el 0,0%, el nivel más bajo desde agosto de 2016. En dos meses -comenzó el año en el 1,1%-, el índice ha perdido más de un punto. Mala cosa.

Según el INE; los precios cayeron en marzo por los carburantes, el transporte aéreo de pasajeros, la electricidad y por el comportamiento de la hostelería y la restauración, esto es, de los paquetes turísticos, de los hoteles y de los restaurantes.

¿Qué indica este IPC? Que la economía española es débil y no funciona. La deflación -caída de precios- es tan peligrosa como la inflación -subida de precios-, o más. Y recuerden que el objetivo del BCE es alcanzar una inflación del entorno del 2%, nivel del que España se está alejando a marchas forzadas.