El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó cinco décimas en tasa anual en febrero, hasta quedarse en el 0,0%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirma los adelantados a finales del mes pasado.

Se trata de su segunda tasa positiva consecutiva tras nueve meses en negativo.

Las razones han sido la caída de los precios de la electricidad, mayor que en 2020, así como la estabilidad de los precios de los servicios de alojamiento, la menor subida del precio de los paquetes turísticos en comparación con la que experimentaron en febrero del año pasado, y el menor coste de algunos alimentos, como las legumbres y hortalizas y la carne.

En tasa mensual (febrero sobre enero), el IPC disminuyó un 0,6%, su primer bajón desde el pasado mes de julio.

Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó en febrero su tasa interanual en el -0,1%, cinco décimas por debajo de la de enero.

Mientras que la inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, aumentó tres décimas en febrero, hasta el 0,3%, con lo que se sitúa tres décimas por encima de la tasa de IPC general.