• Vamos, que una cosa es un acuerdo de investidura y otra gobernar con el PP.
  • La aspiración de Rivera es ensayar en el Gobierno central lo mismo que en Andalucía y Madrid.
  • El líder de C's vuelve al mensaje de la campaña electoral, pero el PP no pierde la esperanza.
  • Y se suma a las voces que no entienden por qué el presidente se lo toma con tanta calma.
Una cosa un acuerdo de investidura y otra muy distinta, un acuerdo de Gobierno. De eso nada, monada. Es lo que ha dejado claro el líder de Ciudadanos, Albert Rivera (en la imagen), esta mañana de este jueves con temperaturas más apacibles en la capital. Una cosa es poner condiciones para desbloquear la situación política y "ser responsable" y firmar un acuerdo con un partido del que "no nos podemos fiar" por los casos corrupción. ¿Qué quiere entonces, Rivera? Llegar a compromisos como los que permiten la gobernabilidad de Madrid o Andalucía. Ciudadanos ha puesto seis condiciones "para abrir la puerta" y empezar a negociar, nada más. Y a partir de ahí, si el tema funciona y es posible -la aritmética de apoyos es el principal escollo-, seguir adelante. Pero el problema de fondo no ha cambiado: la posición del PSOE, sobre el que los dos partidos presionar con desigual intensidad. Son éstas algunas de las ideas que ha dejado caer Rivera en declaraciones a Telecinco. Pero el PP no pierde el optimismo, aunque no actúa con mucha prisa que digamos. Es algo que ha dicho también Rivera: "Tenemos poco tiempo. A principios de septiembre deberíamos tener Gobierno" (antes del 15 de octubre, como exige Bruselas). Por eso no comprende que el PP haya tardado tanto tiempo en convocar a su Ejecutiva: "Si me pasara a mí la hubiera convocado para hoy o para mañana". La realidad es que Rajoy no ha aclarado si finalmente pedirá o no la investidura. Y antes de contestar a Rivera, ha decidido aprovechar el puente festivo y desplazarse a Sanxenxo (Pontevedra"), "para reflexionar". Andrés Velázquez andres@hispanidad.com