Otro escándalo farisaico de esos que tanto nos gustan en España: casi 200 magrebíes llegados en patera a Canarias, recluidos en el campamento de Arguineguín (Gran Canaria), fueron ‘soltados’ el martes 17 en el centro de Las Palmas. ¡Qué horror! Todos nos rasgamos las vestiduras y empezamos a clamar contra el racismo imperante. PP y Ciudadanos piden la dimisión de ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el presidente canario, Ángel Víctor Torres, asegura que no permitirá que haya inmigrantes en la calle. ¡Pero sí es lo que estamos haciendo continuamente, campeón! En las islas y en la península.

A ver quién grita más alto: es intolerable que les suelten en la calle… ¡pero si es lo que hacen siempre!

Vamos con las grandes mentiras de la inmigración.

El gobierno socialista de Pedro Sánchez ha pasado de la demagogia a la inacción con los ilegales. Y la bomba les ha estallado. Comenzaron como la antítesis de Mateo Salvini en Italia y han acabado mirando hacia otro lado y rogando que las mafias se dediquen a entrar por el Mediterráneo central u oriental.

El Gobierno socialista ha pasado de la demagogia a la inacción con los ilegales

La inmigración hay que detenerla en origen, ayudando a los países de procedencia y acordando las repatriaciones en caliente… con cuantos más países mejor. Lo otro es ayudar a las mafias, algo muy progresista.

La inmigración hay que detenerla en origen, ayudando a los países de procedencia y acordando las repatriaciones en caliente… con cuantos más países mejor

La inmigración ilegal empeora las condiciones de vida del país de acogida… y del país de salida, que pierde a sus mejores elementos. A los países pobres hay que ayudarles allí, no aquí. 

La inmigración ilegal empeora las condiciones de vida del país de acogida… y del país de salida, que pierde a sus mejores elementos. A los países pobres hay que ayudarles allí, no aquí

Lo otro es crear delincuencia en casa y miseria fuera.