• En enero, el presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, vetó ambos cambios, al entender que, en el caso de la adopción, no estaba garantizado "el interés superior del menor".
  • Y en el del aborto, el presidente alegó que se reducía la información a la embarazada al retirar, por ejemplo, la obligatoriedad de la consulta psicológica.
  • Pero los textos han vuelto a la Asamblea de la República, que por mayoría ha anulado este miércoles las decisiones del jefe de Estado.
El Gobierno izquierdista de Portugal que lidera Antonio Costa (en la imagen) avanza en su política de ingeniería social con leyes contra la ley natural. El Parlamento portugués ha levantado este miércoles el veto presidencial que bloqueaba la adopción de hijos por parte de matrimonios homosexuales y la reforma de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (aborto). En enero, el presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, vetó ambos cambios al entender que en el caso de la adopción no estaba garantizado "el interés superior del menor" y, en el del aborto, que se reducía la información a la embarazada al retirar, por ejemplo, la obligatoriedad de la consulta psicológica, informó Europa Press. Pero los textos han vuelto a la Asamblea de la República, que por mayoría ha anulado este miércoles las decisiones del jefe de Estado. Cavaco Silva, que abandonará el cargo el próximo 9 de marzo, tiene ahora ocho días para promulgar las leyes que vetó el 25 de enero, según informan los medios lusos. En un comunicado divulgado el pasado 25 de enero, el presidente justificó su decisión de echar atrás la ley que permite la adopción a parejas homosexuales por considerar que está aún por "demostrar" que así se "promueve el bienestar de los menores", cuyos intereses deben "prevalecer" sobre el resto de cuestiones. "Es importante asegurar que un cambio tan relevante en una materia de gran sensibilidad social no entre en vigor sin ser precedido de un amplio y esclarecedor debate público", afirmó Cavaco Silva. Sobre el aborto, el jefe del Estado declinó promulgar la normativa que invalida los cambios legales introducidos el pasado verano, cuando el Parlamento -entonces con mayoría absoluta de los conservadores- aprobó una nueva regulación que exigía más condiciones y requisitos a las mujeres que decidiesen abortar. Concretamente, el decreto introdujo el pago de tasas en los casos de aborto -la sanidad en Portugal es de "copago"- y obligaba a las mujeres a recibir consejo psicológico antes de tomar una decisión definitiva, lo que es revertido en esta nueva ley. El matrimonio homosexual se legalizó en Portugal en 2010, también con los socialistas en el poder, aunque sin derecho a adopción. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com