ING Group ganó 1.757 millones de euros hasta septiembre, un 55% menos que un año antes, principalmente debido a las provisiones para hacer frente al aumento de la morosidad por la crisis económica. Las previsiones del grupo, en este sentido, no son muy optimistas ya que, durante los nueve primeros meses del año, destinó 2.466 millones a dotaciones. Tampoco la evolución económica del tercer trimestre sirvió para mejorar las previsiones: ING provisionó 469 millones de euros entre julio y septiembre, un 69,9% más que un año antes, cuando el Covid aún no había llegado a nuestras vidas.

La nota negativa, sin embargo, no se reduce a las provisiones. Los ingresos cayeron un 2,9%, hasta los 13.468 millones, por la disminución del 2,1% del margen de intereses, que no superó los 10.260 millones. Lo único positivo fueron las comisiones, que aumentaron un 5%, hasta los 2.240 millones de euros.

Y del resultado, al ajuste de personal, que afectará a más de 1.000 empleados -de los 50.000 que tiene en total-, no sólo de Países Bajos sino de todas las filiales, incluida España, aunque en nuestro país no cerrará sucursales. Sí cerrará oficinas en filiales de Asia, y en países como Brasil, Colombia y Argentina, que se sumarán a los 170 cierres en Países Bajos, anunciados en verano. Y claro, tantas malas noticias juntas provocaron que la cotización del banco cayera más de un 6% durante buena parte de la jornada, aunque finalmente se suavizó un poco, hasta el -4,8%.

España es un oasis para ING, que aumentó el número de clientes de la Cuenta Nómina un 7,5% durante los nueve primeros meses del año, hasta contabilizar 2,45 millones de usuarios. La entidad ya tiene 4,14 millones de clientes en nuestro país. Las hipotecas fueron el otro producto estrella, con un aumento del 62% durante el tercer trimestre, coincidiendo con el fin del estado de alarma.

Todo esto está muy bien, pero seguimos sin saber cuánto dinero gana ING en España y si la filial es rentable o no. Lo que sí sabemos es que su servicio online es como las fincas de Extremadura: manifiestamente mejorable. Es una lástima que el banco haya cancelado el proyecto ‘Maggie’ de digitalización. Habrá que esperar.