Indra cierra el año con unos resultados uniformes de 121,3 millones de euros, +1,3% en tasa anual. Los ingresos han ganado protagonismo a la unidad de negocio de Indra denominada Minsait, +4% en moneda local, que ofrece soluciones tecnológicas, como la recién creada filial de medios de pago, un mercado en el que se esperan grandes crecimientos en los próximos años, sobre todo, teniendo en cuenta la convergencia a cero del billete.

Sin embargo, los ingresos por Transporte y Defensa (T&D) bajan durante el último trimestre por retrasos en certificaciones de algunos proyectos, -2% y -1%, respectivamente. Mejora el tráfico aéreo compensando con un +4% y dejando así el año prácticamente igual que el anterior. En total, Indra factura 3.203 M€, un 3,2% interanual, y se espera que mejoren las divisiones T&D, por el aumento de la contratación para años posteriores, en un +12%, destacando proyectos como la fabricación de la antena digital de las fragatas F-110 del Ministerio de Defensa y la Armada Española.

Un dato a destacar sobre la generación de futuros ingresos, es saber que la cartera se sitúa en su nivel histórico más alto, en 4.511M€: 3.000 millones  de euros en T&D y 1.500 millones de euros en Minsait, creciendo cada una de ellas al 11%.

Y por área geográfica, las ventas crecen en: España, +2,2%; América, 11,6%; y Europa, +9%. Mientras que: en Asia, Oriente Medio y África caen un 8,8% en suma.

Han aumentado los aprovisionamientos, de 751 M€ a 795 M€, así como los gastos de personal, 1.606 M€ en 2018 y 1.757 M€ en 2019. No obstante, son compensados por la disminución de otros gastos de explotación, dando lugar así a un Resultado de Explotación de 221 M€ para 2019 contra los 199 M€ del año anterior.

No obstante, disminuye la generación de caja principalmente por variación de existencias y de acreedores comerciales, impactando en la deuda neta final que pasa de 483,2 M€ en 2018 a 551,8 M€ en 2019. Y, como mayor impacto en el balance, tenemos la implantación de la NIIF 16, que incrementó el Activo corriente en 129 M€ y el pasivo en 132 M€, de los cuales 103 M€ son a largo plazo y 29 M€ a corto.

El Beneficio por Acción (BPA) crece poco: 0,68€/acc a 0,688€/acc, pero más importante es el BPA diluido, de 0,625€/acc a 0,64€/acc. Esto es, si todos los instrumentos convertibles en acciones fueran ejecutados, caería el beneficio porque habría más comensales (más acciones) y, en principio, la misma tarta para repartir (beneficio). En otras palabras, a Fernando Abril-Martorell le cuesta alcanzar un ritmo de rentabilidad razonable para el accionista, al tiempo que reducir la deuda. No obstante, las perspectivas de la compañía para 2020, sobre todo en defensa, han forzado que el valor se haya comportado, en su primera cotización tras los resultados, presentados el jueves 27 a cierre de mercado, como uno de los mejores comportamientos del Ibex en la aciaga jornada del 20 de septiembre.