• El presidente lleva un año al frente de la compañía, pero desde que llegó sólo ha aumentado las pérdidas.
  • Su última idea agrupa las soluciones de tecnología y consultoría digital, que facturaron 313,1 millones en 2014.
  • Mientras, el Ceo, Javier de Andrés, se asienta en el nuevo equipo de Abril-Martorell.
  • Y Javier Monzón, su antiguo jefe, le llama traidor.
  • Mucha transformación y tal, pero se sigue sin saber qué va a hacer Indra, por ejemplo, en Brasil.
Por si tiene pocas tareas en Indra, su presidente, Fernando Abril-Martorell (a la izquierda de la imagen junto a Cristina Ruiz y Javier de Andrés), se ha liado la manta a la cabeza y al más puro estilo FG ha lanzado la Indra digital, denominada Minsait. Un paralelismo con la banca digital del BBVA, que nadie sabe muy bien qué es. Abril-Martorell lleva un año al frente de la multinacional tecnológica española, pero desde que llegó sólo ha aumentado las pérdidas (561 millones de euros entre enero y septiembre de 2015). Aunque también, probablemente, la compañía estaba peor de lo que se decía cuando el presidente era Javier Monzón. La última idea de Abril-Martorell agrupa las soluciones de tecnología y consultoría digital que existían en Indra y facturaron el año pasado 313,1 millones (185,6 millones en España). Una nueva división que surge en el marco del Plan Estratégico 2015-2018 de la compañía y busca la transformación digital. Al frente de Minsait se ha puesto como responsable a la directora general de Tecnologías de la Información de Indra, Cristina Ruiz. Mientras, el Ceo, Javier de Andrés, se asienta en el nuevo equipo de Abril-Martorell. Y Javier Monzón, su antiguo jefe, le llama traidor. Recuerden que antes Monzón, afín al PSOE, y De Andrés, más del PP -era amigo de Ignacio González-, dirigían Indra mano a mano en armonía. No se sabe qué ha pasado y por qué ahora el Ceo critica lo que se gastaba Monzón, sin que él se enterara, supuestamente. Algo que también hacen, por cierto, los consejeros, que han puesto el grito en el cielo con los excesivos gastos de su antiguo jefe, ¿acaso ninguno voló en el famoso avión privado que Monzón vendió a Cristiano Ronaldo? Mucha transformación y, sobre todo, digital, y tal, pero se sigue sin saber qué va a hacer Indra, por ejemplo, en Brasil. El país carioca es el segundo más importante para la compañía, después de España, y fuente de sus principales problemas. En concreto, por los sobrecostes asociados a la ejecución de ciertos proyectos. Brasil fue una fuerte apuesta de Monzón, donde iniciaron la actividad en 1996. Pero Abril-Martorell también ha llevado allí su reestructuración: en mayo se conoció la destitución del Ceo de Brasil José Antonio Fernández Ignacio, aunque según El Confidencial su salida se produjo en abril. Claro que Indra se defendió como gato panza arriba aludiendo a que ya no era Ceo desde enero, cuando fue destinado a Turquía, Asia Central y la zona del Cáucaso. Jorge Arduh fue designado sucesor de Fernández Ignacio. Cristina Martín cristina@hispanidad.com